¿Por qué es importante la salud bucal durante el periodo de la pandemia por COVID-19?

La cavidad bucal representa una vía de entrada al cuerpo humano de numerosos microorganismos, entre ellos SARS-CoV-2, el coronavirus que está produciendo la pandemia por COVID-19 durante este año.

Se ha publicado que este virus se transmite de persona a persona a través de las gotículas que expulsamos por la boca y nariz al realizar actos como estornudar, toser o hablar.

También se ha descrito que este coronavirus infecta a las células del huésped (las células humanas) uniéndose a unos receptores específicos (denominados ECA2). Una vez dentro de las células del huésped, el coronavirus utiliza la maquinaria celular humana para producir miles de copias (nuevos virus), que posteriormente se liberan y pueden infectar otras células.

Estos receptores se encuentran en diversas partes del cuerpo humano como pulmón, intestino, riñón y en la cavidad bucal. Dentro de la cavidad bucal, podemos encontrar estos receptores en tejidos como glándulas salivales y en la mucosa oral, pero se encuentran en alta densidad en las células epiteliales de la lengua[1].

Existen estudios que sugieren que, durante la primera semana, el virus se multiplica de forma activa en vías respiratorias superiores (boca, nariz y garganta)[2]. Además, el virus se ha detectado en saliva en pacientes con la enfermedad COVID-19.[3]

Por tanto, la cavidad bucal supone una de las principales vías de entrada y de transmisión de este virus y una zona donde el virus puede replicarse. Se trata de una zona de alto riesgo de infección.

Por ello, es fundamental mantener una buena salud bucal a través de la higiene bucal.

 

 

¿Qué medidas preventivas de higiene bucal debemos tomar durante el periodo COVID-19?

En primer lugar, el cepillado, que es la base de la higiene bucal. Para tener un buen cepillado, se debe seguir una buena técnica, duración y frecuencia adecuadas – 3 veces al día durante al menos 2 minutos – y utilizar cepillos dentales de calidad, con filamentos que respeten los tejidos bucales y eficaces en la eliminación de la placa bacteriana o biofilm bucal.

Durante este periodo, es especialmente importante la higiene del cepillo, especialmente del cabezal, ya que los filamentos pueden suponer un medio ideal para el sobrecrecimiento de patógenos tanto de la boca como del ambiente.

Entre las medidas de higiene del cepillo en este periodo encontramos:

  • Aclarar con agua tras su uso y sacudir muy bien el cepillo para eliminar el exceso de agua.
  • El uso de capuchones con orificios que permitan la ventilación del cepillo. De esta manera, protegemos los filamentos y, además, favorecemos el secado de los mismos.
  • Guardar el cepillo en posición vertical y evitar el contacto con otros cepillos.
  • Cambiar el cepillo tras un proceso infeccioso.

En segundo lugar, la higiene interproximal. Es importante realizarla de forma diaria – ya sea con cepillos interproximales, sedas y cintas o con irrigadores bucales – para eliminar la placa bacteriana que se acumula entre los dientes y en el margen entre encía y diente, y que es responsable de la aparición de numerosas patologías bucales.

En tercer lugar, la higiene lingual. En la superficie dorsal de la lengua se acumula un número elevado de microorganismos y, como se ha descrito anteriormente, se pueden encontrar receptores a los que podría unirse SARS-CoV-2 e infectar las células humanas. Por ello, se recomienda el uso de un limpiador lingual de forma diaria y durante este periodo, dos veces al día, que ha mostrado eficacia en la reducción del cubrimiento lingual, células epiteliales y microorganismos[4].

En cuarto y último lugar, el uso de pastas dentífricas y colutorios específicos. En función de su formulación, estos productos pueden aportar diversos beneficios. En concreto, aquellos que contienen antisépticos están indicados para ayudar a controlar y reducir los microorganismos de la cavidad bucal.

El CPC (Cloruro de Cetilpiridinio) es un antiséptico seguro y eficaz, incluido en algunos dentífricos y colutorios, que en estudios de laboratorio y en humanos ha mostrado actividad viricida y preventiva por distintos tipos de virus, como el virus de la gripe u otras cepas de coronavirus.[5],[6],[7]

De hecho, existen protocolos de prevención de COVID-19 en la clínica dental (como los protocolos del Consejo de Dentistas de España, de los Ministerios de Sanidad de España e Italia, multitud de asociaciones científicas a nivel global) que incluyen el uso de enjuagues de CPC 0,05%-0,10% por parte de los pacientes, con el objetivo de disminuir la carga viral en la cavidad bucal, y así disminuir el riesgo de transmisión por parte de una persona portadora de COVID-19. Se recomienda que el colutorio se realice en forma de gargarismos, para, además de la cavidad bucal, ayudar a llegar a la zona faríngea, donde podría encontrarse el virus.

Estas medidas de salud bucal específicas se deben incorporar al resto de medidas ya establecidas (distanciamiento social, uso de mascarillas, lavado de manos con jabón o con geles hidroalcohólicos, etc.) con el objetivo de ayudar en la prevención de la transmisión de COVID-19.

5 claves para un buen otoño

Nos encontramos en otoño, una estación del año que se caracteriza por tener días más cortos, por una temperatura más fresca y por su clima, más lluvioso. Todo ello, produce algunos cambios que pueden tener consecuencias en nuestra salud, tanto física como mental.

Consejos saludables para el otoño

Para que podamos disfrutar saludablemente en esta estación, pon en práctica estos consejos:

1.       Aumenta tus defensas 

Con el frío y la lluvia, es recomendable aumentar nuestras defensas para estar preparados ante resfriados y gripes estacionales.

Para ello, nada mejor que cuidar la alimentación y apostar por una dieta en la que se reduzca la cantidad de grasa, ya que está demostrado que disminuye la capacidad de respuesta del sistema inmunológico.

Basa la alimentación en frutas, vegetales y verduras, que son excelentes fuentes de vitaminas y minerales.

También es recomendable el consumo de alimentos de temporada, como es el caso de las setas, higos, puerros, calabaza o berenjenas, que son excelentes fuentes de vitaminas y minerales antioxidantes.

Por último, es fundamental ingerir alimentos ricos en hierro para fortalecer el sistema inmunológico y evitar la aparición de anemia. Éste se encuentra, principalmente, en legumbres, huevos, pescado, hígado, carnes y vegetales, como espinacas y acelgas.

2.       Relájate y disfruta

El otoño, con sus colores apagados, días cada vez más cortos y lluvia, es una estación del año que puede afectar negativamente a nuestro estado de ánimo.

Para que estos cambios se afronten de manera positiva, relájate y disfruta de los beneficios que también nos ofrece esta estación del año.

Para ello, es imprescindible no abandonarse a la apatía y llevar a cabo actividades que te hagan sentir bien: disfrutar de un viaje, de aquello que realmente te gusta…

En este sentido, es aconsejable estimular la creatividad: escribir, pintar, leer, escuchar música, etc. Disfruta de esos momentos de paz y tranquilidad, lo que, seguramente, te ayudará a  estar calmado y bien contigo mismo y con los demás.

3.       Duerme

Dormir bien contribuye a sentirse mejor, más positivo y a gozar de buena salud. 

Para ayudarte a tener un buen descanso, recuerda estos dos consejos: no te vayas a la cama con el estómago lleno, ya que esto provocará que tu temperatura corporal ascienda y el nivel de azúcar en tu sangre suba, lo que te dificultará conciliar el sueño, y procura no tomar café más tarde de las 15:00.

4.       Haz deporte

El deporte es una actividad indispensable en nuestro día a día, que contribuye a la mejora de nuestra salud, a dormir mejor y a encontrarnos bien psicológicamente. 

Para realizar deporte en otoño, ten en cuenta estos consejos:

  • Abrígate bien: antes de salir a practicar deporte es conveniente abrigarse, principalmente las partes más delicadas y expuestas de nuestro cuerpo: cuello, pecho, tobillos y muñecas.
  • Aumenta el tiempo de estiramiento y calentamiento: durante el otoño, es conveniente dedicar más tiempo a estas dos actividades.
  • Lleva ropa de repuesto: en los días especialmente fríos, es aconsejable llevar prendas de repuesto para quitarnos la que tengamos mojada.

5.       Cuida tu salud y el medio ambiente

En otoño, la llegada del frío afecta e irrita las vías respiratorias, modificando su funcionamiento y haciéndolas más susceptibles a infecciones y a cambios en las mucosas.

Por ello, en otoño debemos ser especialmente precavidos con los resfriados, catarros y gripes, para lo que es aconsejable, entre varias recomendaciones, llevar prendas adecuadas de abrigo, lavarse bien las manos o estar descansado y relajado.

En caso de notar síntomas, existen medicamentos que pueden contribuir  a paliar estos efectos y que nos ayudarán a encontrarnos mejor.