¿Qué es el coronavirus?

Si has abierto el periódico, las noticias o la radio estos días verás que se está hablando mucho del coronavirus de China también llamado neumonía de Wuhan, porque según ha trascendido, comenzó en un mercado de dicha ciudad China.

A día de hoy no existe vacuna alguna ni de tratamiento específico para combatir la infección por coronavirus aunque se está tratando este punto desde el sector.

Por eso, la prevención en estos casos es algo fundamental para evitar estar en contacto con cualquier virus. Te invitamos a leer sobre coronavirus y qué medidas puedes tomar al respecto.

¿Qué es el coronavirus?

Este, pertenece a la familia de los coronavirus y el brote está generando alarma precisamente porque esta familia de virus es la misma del síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés), que apareció en China y mató a cientos de personas hace 17 años y encendió la alarma mundial.

Pero, lo cierto es que esta familia también incluye al resfriado común, una enfermedad con asociaciones mucho menos alarmantes.

Además, gran parte de los coronavirus no son peligrosos y se pueden tratar de forma eficaz.

De hecho, la mayoría de las personas contraen en algún momento de su vida un coronavirus, generalmente durante su infancia. Aunque son más frecuentes en otoño o invierno, se pueden adquirir en cualquier época del año.

El coronavirus debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo. Se trata de un tipo de virus presente tanto en humanos como en animales.

Volviendo al coronavirus de China, los científicos indican que los pacientes pueden contagiar el virus aún antes de que los síntomas aparezcan, se desconoce si por contacto directo o por proximidad entre personas. Y el lapso de tiempo entre la infección y la aparición de los síntomas, que es conocido como período de incubación, es de entre 1 y 14 días.

Síntomas del coronavirus

 En general, los síntomas principales de las infecciones por coronavirus suelen ser:

  • Secreción y goteo nasal.
  • Tos.
  • Fatiga.
  • Dolor de garganta y de cabeza.
  • Fiebre.
  • Escalofríos y malestar general.
  • Dificultad para respirar.

Prevención del coronavirus: higiene y mascarillas

Por esa razón la prevención, es primordial y muy importante, hasta el momento, radica en cuidarse como se hace habitualmente con las infecciones respiratorias o la rinitis ya que mantener un cuidado es la forma más eficaz de evitar contraer este virus en los lugares en los que existe un mayor riesgo de transmisión.

Los productos y consejos necesarios para evitar el contagio son de sentido común en realidad, mantener una correcta higiene de manos o el empleo de mascarillas.Usar pañuelos desechables para cubrirse la nariz y la boca en caso de toser o estornudar.

Mascarillas recomendadas

Otra recomendación es usar mascarillas desechables, con filtro de 3 capas ya que son las más seguras al aislar del contagio ambiental o por contacto. Es importante que para no tener que retirarlas dispongan de una válvula de exhalación como la que se muestra a continuación.

coronavirus mascarilla

Faringitis?

 

La faringitis es la inflamación de la mucosa de la faringe que, a menudo, hace que se presente dolor al tragar. La faringe, vulgarmente conocida como garganta, es la cavidad que se extiende desde la parte posterior de la nariz y de la boca hasta el comienzo de la laringe y del esófago. La faringe tiene la función de conducir el aire hacia las vías respiratorias bajas y facilitar el paso de los alimentos hacia el esófago.

La inflamación de la faringe se asocia con frecuencia  con la inflamación de las amígdalas, por lo que, en la práctica clínica médica, se utiliza el término de  faringoamigdalitis para referirse a esta afección. A efectos prácticosfaringoamigdalitis, amigdalitis y faringitis  se consideran  términos similares, si bien este último se entiende como una afección más común, menos importante y menos grave.

 

¿Qué tipos de faringitis existen?

Se distinguen dos formas de faringitis:

  • Faringitis aguda: puede presentarse como inflamación de las amígdalas y se refiere a la inflamación de la faringe, de la úvula (campanilla), las amígdalas y el paladar blando.
  • Faringitis crónica: incluye una serie de procesos inflamatorios o irritativos de la mucosa faríngea que persisten o se repiten a menudo, generalmente sin causa infecciosa, y que se pueden dar en diversas situaciones: el reflujo gastroesofágico, ante irritantes tóxicos como puede ser polvo, sustancias químicas, el humo del tabaco, o cuando la respiración es por la boca ante afecciones de la nariz que cursan con obstrucción nasal. Quien la padece presenta con frecuencia  un carraspeo para tratar de aliviar la sensación de moco en la garganta, junto a un picor o dolor faríngeo y molestias al tragar.
 

¿Qué causa la faringitis?

  • En el 70-80% de los casos, la faringitis viene causada por un virus o es una manifestación más de un cuadro catarral. Entre los virus, los adenovirus son de los más prevalentes, aunque puede haber otros implicados, como el rinovirus, el virus de la gripe influenza A y B, el virus parainfluenza, el virus respiratorio sincitial, o el virus de Epstein-Barr, origen de la mononucleosis y que se manifiesta con una faringoamigdalitis de gran afectación clínica.
  • La causa también puede ser bacteriana, donde el agente causal es una bacteria, generalmente el estreptococo beta hemolítico de grupo A (EBHGA), y aunque su incidencia varía según la época del año y la edad del enfermo, suele ser más común en niños y adolescentes.
 

¿Cómo se contagia?

La faringitis, al igual que el resfriado, se contagia a través de las pequeñas gotas de saliva que se expelen al hablar, toser o  estornudar, aunque también hay factores que favorecen su aparición, como las condiciones de mayor agrupamiento familiar, la contaminación, los ambientes de humo de tabaco y también el ser fumador.

 

¿A cuánta gente le afecta?

No hay cifras concretas de la incidencia de la faringitis en la población general por sus diversas formas de presentación, ya que la faringe también se ve afectada en los cuadros catarrales en los que, además de la afectación de la nariz con mucosidad acuosa y congestión nasal, aparece el dolor  de garganta.

La faringitis es uno de los síntomas más frecuentes que se atienden en las consultas de  Atención Primaria  o en los Servicios de Urgencias, y en la mayor parte de los casos su origen es viral.

Su mayor incidencia tiene lugar en las estaciones de invierno y primavera, aunque puede darse incluso al principio del verano por la afectación del rinovirus u otros virus que producen infecciones respiratorias de vías altas.

 

¿Cuáles son sus síntomas?

El síntoma típico de la faringitis es el dolor de garganta, pero en función de su origen -vírico o bacteriano-, se puede acompañar de otros síntomas:

  • Origen vírico: además del dolor de garganta, aparece mucosidad o congestión nasal, tos, dolor de cabeza, ronquera, décimas de fiebre o dolores musculares.
  • Origen bacteriano: es el caso de la faringoamigdalitis estreptocócica (anginas) y los síntomas suelen ser importantes. Se comienza con un cuadro brusco de fiebre alta, escalofríos, dolores musculares y de articulaciones, dolor de garganta, dificultad para tragar e inflamación al palpar el cuello(ganglios). Puede confundirse con gripe por la intensidad del cuadro clínico pero, junto al enrojecimiento de la garganta, aparece una importante mucosidad blanquecina que cubre las amígdalas (placas de pus blancas) y que es menos frecuente en las faringoamigdalitis ocasionadas por virus.
 

¿Puede conllevar complicaciones?

La faringitis de causa viral es una afección que se cura en 4 o 5 días sin la ayuda de un tratamiento específico. No suele originar complicaciones y en caso de aparecer están vinculadas al propio resfriado, pudiendo ocasionar bronquitis y sinusitis, y especialmente en los niños, otitis.

Sin embargo, en el caso de faringoamigdalitis bacteriana estreptocócica, pueden aparecer complicaciones locales  y generales:

  • Complicaciones locales: la más frecuente es el abceso periamigdalino, que se caracteriza por un empeoramiento de los síntomas, con aumento del dolor que dificulta o incluso impide la deglución. Otros síntomas destacados son el aumento de la ronquera, exceso de saliva al no poder tragar, mal aliento, persistencia de la fiebre elevada e inflamación importante de los tejidos de la garganta. Se precisa tratamiento con antibiótico e intervención urgente del otorrinolaringólogo.
  • Complicaciones generales: puede aparecer fiebre reumática y glomerulonefritis, dos enfermedades excepcionales hoy en día.
 

¿Qué tratamiento se recomienda?

Para determinar el tratamiento adecuado en cada caso, el médico debe realizar previamente un correcto diagnóstico en base a los síntomas clínicos y a los datos de exploración.

Para el tratamiento de la amigdalitis bacteriana estreptocócica se requiere antibiótico, con el objetivo de mejorar los síntomas, limitar el contagio y prevenir complicaciones como las anteriormente descritas.

En el caso de la faringoamigdalitis aguda, su tratamiento generalmente  es sintomático, ya que la mayoría de las veces obedece a una causa viral, y tiene como objetivo aliviar los síntomas y  acortar el curso de la enfermedad.

 

Alberto Bailón  Ríos