10 CONSEJOS PARA REFORZAR EL SISTEMA INMUNE ESTE INVIERNO

Ahora que el invierno está a la vuelta de la esquina y el termómetro hace días que ha bajado, es importante reforzar el sistema inmune. Hay muchas maneras de fortalecer nuestras defensas mediante una alimentación equilibrada, con productos bio y ecológicos, y unos hábitos de vida saludables. A continuación, exponemos algunos consejos que te ayudarán a mantener tus niveles de energía y sentirte bien durante estos meses de frío.

 

1. INCORPORA ALIMENTOS PROBIÓTICOS

 

Los probióticos ayudan a mantener la flora intestinal en buen estado, que a su vez está íntimamente relacionada con el sistema inmune. Puedes optar por kombucha, chucrut, Kéfir, yogur, miso o tempeh, entre otros.

 

2. CONSUME ALIMENTOS DE TEMPORADA, LLENA TU CUERPO DE VITAMINAS

 

Consumir cítricos como naranjas, limones o mandarinas, junto con alimentos de hoja verde (brócoli, col kale, acelgas o espinacas) y raíces de temporada, como boniato o zanahoria, es ideal para obtener los nutrientes esenciales que protegerán nuestras defensas. Combínalos como más te guste en recetas variadas y calentitas que te harán sentir bien durante estos meses de frío.

 
 
 

3. INCLUYE LEGUMBRES EN TU DIETA

 

A parte de ser deliciosas, las legumbres aportan sobre todo hierro y vitamina B6, ambas necesarias para el buen funcionamiento del sistema inmune. Puedes optar por lentejasgarbanzosazukisalubias… y añadir un chorrito de limón natural a tu plato de legumbres, ya que la vitamina C favorece la absorción de este mineral.

 
 

4. CONSUME AJO Y/O CEBOLLA

 

El ajo y la cebolla son viejos aliados del sistema inmune. Su poder antivírico y antifúngico hace que nos protejan de los resfriados de invierno. Puedes comerlos crudos o cocinados según tu tolerancia y capacidad de digestión. El ajo es especialmente interesante por su aporte de vitaminas del grupo B, calcio, hierro, yodo y fósforo.

 

5. NO TE OLVIDES DE FRUTOS SECOS Y FRUTOS ROJOS

 

Consumir frutos secos y frutos rojos con regularidad y moderación contribuye a una mejora del sistema inmunológico. Incluye almendras, nueces, nueces de Brasil, avellanas y bayas en tu alimentación y te sentirás con más energía.

6. TOMA AVENA DE VEZ EN CUANDO

 

La avena es ideal para la salud cardiovascular, digestiva y para el sistema inmune en general. Al ser un cereal de absorción lenta proporciona energía durante un largo periodo de tiempo y facilita la absorción de sus numerosos nutrientes: fósforo, magnesia, hierro y vitamina B1. Todos ellos beneficiosos para nuestro sistema inmune.

 
 
 

7. SIGUE UNA RUTINA ALIMENTARIA

 

Siempre que puedas, intenta establecer una rutina alimentaria saludable. Esto significa tratar de hacer las comidas principales cada día a la misma hora. De esta manera, el cuerpo se acostumbra, mejoran las digestiones y el funcionamiento del organismo en general. También es una técnica para no comer más de la cuenta o evitar saltarse comidas.

 
 

8. EL DESCANSO ES IMPORTANTE

 

Dormir ocho horas cada día es igual de importante que seguir una alimentación saludable. Y mejor si nos acostamos cada día a la misma hora. El descanso es necesario para que nuestro cuerpo se regenere y es imprescindible para un buen sistema inmunológico. Además, si dormimos las horas necesarias, regulamos el hambre y evitamos comer en exceso.

 

9. CONTROLA EL ESTRÉS

 

Al igual que un sueño deficiente, el estrés prolongado altera las funciones de nuestro organismo y perjudica el sistema inmune. En casos de estrés o ansiedad es útil hacer meditación, yoga o probar técnicas como el mindfulness para aprender a gestionar las emociones y controlar la respiración.

 

10. HAZ EJERCICIO REGULAR

 

En la misma línea que el punto anterior, practicar ejercicio moderado de forma regular ayuda a gestionar el estrés y libera endorfinas, la hormona de la felicidad. Tener una vida activa mejora el humor y el bienestar del cuerpo y todo ello contribuye a un mejor sistema inmune.

 

Cómo fortalecer las defensas de cara al invierno

Existen una serie de nutrientes y vitaminas que no deben de faltar en una dieta que pretenda reforzar su sistema inmunitario. Algunos de los más importantes son el selenio, hierro, zinc, cobre, magnesio, vitamina B6, vitamina B12, vitamina C, vitamina A, vitamina D,  vitamina E, omega 3 y omega 6. Todos ellos podemos encontrarlos en una alimentación sana y equilibrada, sobre todo en la escala piramidal de frutas, verduras y hortalizas. Algunos de los alimentos que fortalecen las defensas de nuestro organismo y reúnen aquellos nutrientes necesarios son: 

  • Cítricos: limones, naranjas, mandarinas o pomelos contienen altos niveles de vitamina C y antioxidante, cuyo consumo diario es recomendado por la OMS.
  • Hierbas y especias: especialmente destacables en esta categoría son los ajos, cebollas y el orégano, elementos anti-bacterianos frecuentes en nuestros platos.
  • Pescados azul: entre estos se encuentran el atún, salmón o las sardinas. Son una fuente esencial de ácidos grasos de Omega 3.
  • Frutos secos: desde pipas de calabaza hasta las almendras, pasando por las nueces, estos frutos son importantes para el el consumo de un alto contenido vitamínico y grasas saludables.
  • Frutas y verduras: en general, todas contienen el aporte nutritivo fundamental para reforzar el sistema inmune. Algunas de las que no se consumen habitualmente y es recomendable incorporar a la dieta son el brócoli, espinacas, pimientos, los arándanos, el kiwi y las fresas.
  • Hortalizas y tubérculos: liderados por la zanahoria, la remolacha y el boniato, con alto contenido de vitamina A y otras propiedades dedicadas al bienestar físico como la piel.
  • Otros como el chocolate negro y el té verde: aunque no es conveniente abusar de él, su aporte de teobromina y antioxidantes son clave para generar glóbulos blancos.

Consejos para la rutina

Todo el mundo sabe lo que no se debe hacer: evitar las bebidas alcohólicas, fumar, comer comida basura… Pero además, existen hábitos imprescindibles que incorporar a la rutina para ayudar a las defensas a fortalecer el sistema inmunológico. Algunos de estos consejos son: 

  • Lavarse las manos de forma adecuada y frecuente.
  • Tomar el sol, al menos, 15 minutos al día.
  • No consumir azúcar ni comida procesada.
  • Dormir las horas suficientes para tener un sueño reparador.
  • Evitar los lugares con aglomeraciones o que generen extrés.
  • Realizar, al menos, tres días a la semana algún tipo de actividad física.
  • Salir a pasear con frecuencia