La mascarilla

La mascarilla

De todos es sabido que el uso obligatorio de la mascarilla ha traído consigo un problema: la irritación. Y es que las mascarillas más comunes están hechas de materiales poco transpirables y sus bandas elásticas se clavan en la piel. Para que sean efectivas, deben llevarse ajustadas, y su uso prolongado puede llegar a provocar magulladuras, enrojecimientos e irritación. Y ahora que se acerca el verano, pueden resultar hasta agobiantes.

RITUALES SUAVES

Para minimizar estos inconvenientes, lo primero es no ajustarse la mascarilla más de lo necesario y mantener nuestra rutina diaria, tanto de día como de noche, de cuidado de la piel. Solo tenemos que recordar que ahora también es recomendable lavarnos la cara después de usar las mascarillas, ya que el calor y la humedad pueden obstruir los poros y provocarnos granitos y puntos negros.

Puedes usar agua y jabón suave, pero si tienes la piel sensible te recomendamos que utilices agua micelar . Asegúrate de que sea cual sea el limpiador facial que escojas, este contenga componentes calmantes e hidratantes. Incluso puedes concluir tu limpieza habitual con la aplicación de un tónico facial suave para darle una sensación refrescante a tu piel.

Mascarillas, evita irritación en el rostro

UNA BUENA HIDRATACIÓN

Para combatir la irritación también es muy importante mantener tu piel hidratada. Bajo las mascarillas, la piel no respira y se resiente, volviéndose tirante y áspera. Además, no está tan protegida de los rayos del sol como pensamos, y menos después de tantas semanas de confinamiento. Por eso es fundamental que te apliques crema hidratante con protección solar con frecuencia, preferentemente después de cada uso.

MINIMIZA LOS RIESGOS DE LAS MASCARILLAS

Es preferible no utilizar maquillaje sobre la zona que quedará cubierta por la mascarilla, pero si decides usar maquillaje, lo mejor es mantenerlo al mínimo para permitir que tu piel respire. No te olvides tampoco de la protección solar, ya que hemos pasado varias semanas sin disfrutar de la luz natural y nuestra piel está más sensible que nunca.

Mascarillas de tela

Ahora que la mascarilla se ha convertido en un accesorio obligatorio, debes asegurarte de que escoges la más adecuada. Nuestro consejo es que no te olvides de mantenerla limpia y la sustituyas por otra cada vez que notes que se humedece la parte interior.

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