Modificar la lista de la compra
El tránsito a una vida más saludable comienza por cambiar los hábitos de consumo. Lo principal, olvidarte de los productos procesados. La dieta debe incorporar productos frescos. Si son de temporada mejor, así te aseguras que no han sido sometidos a procesos químicos de maduración o crecimiento. Además, al proceder de un cultivo más natural, se conservan y se potencian las propiedades y los nutrientes propios de cada alimento. En caso de que consumas carne y pescado opta por las alternativas que tengan menos grasas.
Incorporar vegetales
Frutas, verduras, hortalizas, legumbres son alimentos que debemos incorporar en nuestra dieta. Cada día debemos ingerir uno o varios de los productos que integran este grupo alimenticio. Poseen un gran poder antioxidante que proporciona importantes beneficios a nuestro organismo. También aportan un importante nivel de minerales, fibra y vitaminas que resultan imprescindibles para el desarrollo de nuestro cuerpo.
Incorpora nuevas recetas
Para poder sacar el máximo partido posible a los nutrientes que aportan los alimentos hay que aprender a cocinar. Hoy todo un mundo de posibilidades más allá de los fritos, rebozados y estofados. La cocina al vapor, a la plancha o al horno son técnicas con las que se ahorran muchas calorías al no incluir aceites y grasas. También ayudará a no llevar una rutina alimenticia monótona y aburrida.
Incrementa el consumo de agua
Aunque parezca mentira una de las cosas que más perjudican a nuestro cuerpo es la cantidad de calorías que injerimos cuando bebemos. Se deben reducir el consumo de bebidas hipercalóricas como el alcohol o los refresco. Puede estar bien beberlas de vez en cuando, pero de ningún modo deben estar de forma continuada y repetida en nuestro día a día. El agua debe ser la principal bebida. El agua ayuda a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo. Además hidrata y nutre las células.
Aumentar los niveles de fibra
La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal, produce sensación de saciedad y ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Incrementar los niveles de fibra en la dieta hará que nuestro organismo funcione mejor.
Disminuye la sal y el azúcar
Cuando vayas a comprar productos para tu despensa debes analizar sus componentes nutricionales. La sal y el azúcar suele estar presente en la mayor parte de los alimentos precocinados. La propia Organización Mundial de la Salud ha ido disminuyendo con el paso de los años la cantidad de azúcar recomendable. Seguir una dieta con un alto contenido en sal y azúcar está vinculado con enfermedades como la hipertensión y la obesidad.
Rebaja los niveles de estrés
En ocasiones puede parecer imposible, pero hay que intentarlo. Una vida sana exige llevar una vida más relajada. Las exigencias laborales a veces nos introduce en un bucle de ansiedad del que es difícil salir. Entrar en este punto puede provocar un cansancio que tiende a cronificarse. Hay muchas técnicas para ayudar a reducir estos niveles de estrés. Ejercicios de relajación, de respiración, técnicas como el yoga o el pilates ayudan a tener una mayor conexión con el cuerpo y favorecen la disminución de los niveles de estrés.
Duerme el tiempo necesario
Llevar una vida sana exige llevar un adecuado régimen de descanso. Tener una rutina a la hora de dormir es básico para recuperarse de la actividad diaria. Lo óptimo es descansar entre 7 y 8 horas al día. Aunque está muy presente en gran parte de los hogares, acostarse viendo la televisión no es recomendable puesto que son estímulos que distraen el sueño. En esta recomendación puedes sustituir televisión por teléfono móvil, tablet o pc. En la calidad del descanso también incide la calidad del colchón. Un colchón de mala calidad puede provocarnos problemas corporales.
Abandonar la vida sedentaria
Lo de quedarse tumbado en el sofá o en la cama se debe suprimir. Pasear, usar las escaleras en lugar del ascensor, ir a trabajar en bicicleta o a pie….parecen cosas irrelevantes pero ir incorporando poco a poco un nivel mayor de actividad física nos hacen abandonar poco a poco y llevar una vida sana.