Los 10 beneficios del Agua para nuestra Salud

El agua es esencial para mantener el cuerpo hidratado; el corazón y la mente sana.

 

El 70% de la composición de nuestro cuerpo es agua, elemento indispensable para mantenerlo sano porque, además de limpiar el organismo y eliminar las toxinas, es un eficaz vehículo para transportar las vitaminas y sales minerales que necesitan nuestras células.

Estos son los 10 beneficios que nos aporta el agua:

1.      Alivia la fatiga

El agua es utilizada por el cuerpo para eliminar toxinas y productos de desecho que éste no necesita. Cuando hay menos agua en el cuerpo, el corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre oxigenada a todas las células y otros órganos principales y eso puede causar fatiga.

2.      Evita el dolor de cabeza y las migrañas

En la mayoría de los casos, la razón principal de los dolores de cabeza y migraña es la deshidratación.

3.      Ayuda en la digestión y evita el estreñimiento

Cuando bebemos suficiente agua se aumenta la tasa de metabolismo, es decir, los alimentos que consumimos se descomponen apropiadamente. Esto ayuda a que el sistema digestivo funcione correctamente previniendo el estreñimiento.

4.      Ayuda a mantener la belleza de la piel

El agua ayuda a reponer los tejidos de la piel, así como a hidratarla y aumentar su elasticidad. Cuando el cuerpo recibe suficiente agua, la piel estará hidratada. También ayuda a la piel con las cicatrices, acné, arrugas y otros síntomas de envejecimiento.

5.      Regula la temperatura del cuerpo

Las propiedades térmicas del agua y su capacidad para liberar el calor del cuerpo cuando el sudor se evapora de la superficie de la piel son de gran ayuda en el mantenimiento de la temperatura corporal durante todo el día. Una temperatura corporal bien regulada nos hará sentir con más energía y a mantener los músculos y articulaciones lubricados evitando que tengamos calambres y esguinces.

6.      Reduce el riesgo de cáncer

Algunos estudios indican que el consumo de agua también reduce el riesgo de cáncer de vejiga y colon. El agua destruye los agentes causantes de cáncer reduciendo el riesgo de diferentes tipos de cáncer.

7.      Mejora el sistema inmunológico

Cuando el cuerpo recibe la cantidad adecuada de agua, mejora el sistema inmunológico. Así, puede luchar contra enfermedades como la gripe, cálculos renales y ataque cardiaco. También será de gran ayuda para hacer frente a problemas de salud como el reumatismo, la artritis, etc.

8.      Reduce el riesgo de problemas cardiacos

Mantenerte activo con una alimentación saludable y bebiendo 2 litros de agua (o 5 vasos) diario, si te propones estos cambios saludables en tu rutina te ayudará a reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y diabetes.

9.      Resuelve el mal aliento

El  mal aliento es una clara señal de que el cuerpo necesita más agua. La saliva ayuda a tu boca a liberarse de bacterias y mantener la lengua hidratada. Por esto, cada vez que tengamos mal aliento, lo primero que debemos hacer es beber mucha agua.

10.  Ayuda a perder peso

El agua ayuda a eliminar los subproductos de la grasa. Cuando bebemos agua, el estómago se llena haciéndonos perder un poco el apetito. El agua no contiene calorías, grasa, carbohidratos ni azúcar y es un gran reemplazo de las bebidas con alto contenido calórico.

¿Qué es la fatiga crónica?

El Síndrome de Fatiga Crónica o SFC, también denominado encefalomielitis miálgica o síndrome de fatiga crónica idiopática, es una enfermedad grave que se caracteriza por causar fatiga intensa, incapacitante y duradera -de seis o más meses de evolución-. Su origen es desconocido, ya que el cansancio no es consecuencia de un esfuerzo excesivo ni tiene una causa física o psicológica clara, aunque a veces los síntomas se inician tras una infección viral o bacteriana, depresiones o periodos de estrés mental.

Este tipo de fatiga debe diferenciarse de otros tipos de fatiga, como la fisiológica, la reactiva o la secundaria:

  • Fatiga fisiológica: es la que acontece tras un esfuerzo físico o mental y que desaparece tras un periodo de reposo.
  • Fatiga reactiva: la que aparece ante un desencadenante (por ejemplo, falta de sueño) y que mejora si el desencadenante desaparece.
  • Fatiga crónica secundaria: la que dura más de 6 meses pero tiene una causa identificable, como por ejemplo, una anemia, hipotiroidismo o cáncer.
  • Fatiga crónica idiopática: la duración es de más de 6 meses y sin causa evidenciable.

Además de fatiga grave que no se alivia descansando y que empeora con el reposo prolongado, esta enfermedad puede presentar síntomas como dolor y debilidad muscular, intolerancia al ejercicio físico, dificultad para dormir, mareos y disfunciones neurocognitivas como problemas de concentración, alteraciones de la memoria y dificultades para integrar nuevas informaciones. A veces, tras un esfuerzo, se produce un malestar que dura más de veinticuatro horas.

Todo ello puede limitar gravemente la funcionalidad física e intelectual de la persona con síndrome de fatiga crónica y reducir considerablemente su nivel de actividad en el día a día. No obstante, en algunos casos, el paciente es capaz de llevar una vida relativamente activa.

Hay que destacar que el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) no es una enfermedad convencional y aún no está bien reconocida o aceptada en algunos círculos médicos. Esto ocasiona que el paciente tenga que realizar un periplo por diversos especialistas hasta lograr su correcto diagnóstico. Como consecuencia, el malestar emocional del paciente aumenta, ya que puede llegar a sentirse cuestionado por su enfermedad o los síntomas que le provoca.

Aunque no existe un tratamiento con eficacia demostrada para curar este trastorno, la terapia cognitivo-conductual, el ejercicio físico progresivo y el uso de fármacos puede contribuir al alivio de los síntomas.


¿A quién afecta?

El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad más habitual entre mujeres de 20 a 40 años que en hombres (en una relación 3:1), aunque pueden sufrirlo personas de ambos y sexos y de cualquier edad, incluidos niños.

En España, se desconoce la prevalencia real del síndrome de fatiga crónica, pero, según datos publicados por la revista Medicina Integral, diversos estudios epidemiológicos indican una prevalencia que oscila entre el 1% y el 10% por mil adultos en la población general.


¿Qué puede causar el síndrome de fatiga crónica?

En la actualidad, la causa del síndrome de fatiga crónica sigue siendo desconocida y también se ignora si lo provoca una o varias de ellas. Para algunos investigadores, podrían estar implicados los siguientes factores:

  • Infecciones de distintos gérmenes: podrían estar relacionadas infecciones por virus de Epstein-Barr, citomegalovirus, el virus del herpes, el de la hepatitis B, C, el de la poliomielitis y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), aunque otros tipos de gérmenes como ciertas bacterias también pueden ser responsables. En cualquier caso, todavía no se ha hallado ninguna relación concluyente entre la infección por estos microorganismos y el síndrome de fatiga crónica.
  • Alteraciones del sistema inmunitario: podría estar relacionada con el síndrome de fatiga crónica una desregulación del sistema inmune, aunque no se conocen anomalías específicas de este síndrome. Tampoco existen pruebas de que esté causado por alergias, aunque estas son frecuentes en las personas con este trastorno.
  • Desequilibrios hormonales: las personas que padecen síndrome de fatiga crónica muestran, en ocasiones, niveles anormales en sangre de diversas hormonas producidas en el hipotálamo, la hipófisis o las glándulas suprarrenales.
  • Factores genéticos y medioambientales: parece ser que el síndrome de fatiga crónica es más frecuente en algunas familias y que puede existir una predisposición al trastorno, que luego desencadenará una combinación de factores. Periodos de estrés: también podrían estar relacionados con la aparición de esta enfermedad.
  • Trastornos de la salud mental: existe la hipótesis de que la fatiga crónica puede estar asociada a enfermedades psiquiátricas primarias como la depresión bipolar y la depresión mayor con síntomas psicóticos. Sin embargo, para otros expertos, está demostrado que este trastorno no está originado por causas de índole mental.

También podrían actuar como factores desencadenantes del síndrome de fatiga crónica una vacuna, una cirugía, una transfusión, lesiones o traumas físicos o emocionales, la exposición a agentes químicos o el posparto.


¿Qué síntomas tiene este síndrome?

En la actualidad, se acepta que un paciente presenta SFC cuando cumple una serie de criterios ampliamente aceptados por la comunidad médica internacional (denominados criterios de Fukuda). Como hemos dicho, el síntoma más significativo de este síndrome es fatiga intensa de al menos seis meses de duración (ya sea de forma persistente o intermitente). Además, el paciente debe presentar al menos cuatro de los siguientes criterios:

  • Trastornos de concentración o de memoria reciente.
  • Dificultad y/o dolor en la deglución de alimentos.
  • Adenopatías (ganglios inflamados) en cuello o axilas.
  • Dolor muscular (mialgia).
  • Dolor en articulaciones sin inflamación (poliartralgias).
  • Dolor de cabeza frecuente.
  • Sueño no reparador.
  • Malestar tras esfuerzos superior a 24 horas.

Así pues, un paciente con síndrome de fatiga crónica puede verse dificultado o limitado en su capacidad de llevar a cabo actividades cotidianas que antes eran habituales. Este cansancio no se alivia con el reposo, está presente desde el momento de despertarse por la mañana, persiste durante toda la jornada y suele empeorar con el esfuerzo físico o mental -lo que se conoce como malestar postesfuerzo-.

La persona afectada por SFC puede presentar dolores articulares -sin que haya inflamación ni enrojecimiento-, musculares y abdominales, de garganta y/o de cabeza, problemas digestivos como el síndrome del colon irritable y hormigueo en las manos, dificultad para concentrarse, pérdida de memoria y dificultad para dormir. También puede haber sensibilidad en los ganglios linfáticos, fiebre inferior a 37,5º y alergias o sensibilidad a alimentos, olores o sustancias químicas.

Por otra parte, la amplitud y variedad de los síntomas, su cronicidad y la imposibilidad de identificar la causa llevan a que sea difícil gestionar psicológicamente el síndrome de fatiga crónica. A menudo, existen sentimientos de ira y frustración y la depresión es común entre quienes lo padecen, sobre todo, cuando empeoran los síntomas. Esto se agrava, como hemos comentado, por el desgaste que supone para el paciente dar con un diagnóstico certero.


¿Cómo se trata el síndrome de fatiga crónica?

Por el momento, no existe ningún tratamiento cuya eficacia para curar el síndrome de fatiga crónica haya sido demostrada, pero sí pueden aplicarse algunas opciones enfocadas a reducir la fatiga y el dolor y a aumentar los niveles de actividad de la persona en su día a día:

  • Terapia cognitivo-conductual: estas sesiones de psicoterapia se recomiendan únicamente para tratar que los pacientes redirijan sus pensamientos desalentadores asociados a una enfermedad crónica.
Los pacientes de este trastorno pueden ver limitadas sus actividades del día a día.
  • Ejercicio físico progresivo: recientes revisiones de algunas guías (NICE) para pacientes de esta dolencia concluyen que los programas de actividad física deben considerarse solo en circunstancias específicas y para algunos pacientes. En todo caso, podría valorarse, y siempre bajo estricta supervisión médica y de un especialista en fisioterapia, la introducción de ejercicios aeróbicos en función de la tolerancia del paciente.
  • Tratamiento farmacológico: se tratan los síntomas específicos como el dolor, la depresión y la falta de sueño con medicamentos como antiinflamatorios no esteroides, gluco o mineralocorticoides, antidepresivos y ansiolíticos. Los antibióticos, antivirales, preparados iónicos, vitamínicos y energéticos no han demostrado ser eficaces.

Cómo convivir con el síndrome de fatiga crónica:

Las siguientes recomendaciones pueden contribuir a mitigar los síntomas y aumentar la calidad de vida de las personas con este trastorno:

  • 1.Dosifica tus esfuerzos en el día a día.
    Lleva un patrón de vida ordenado y reorganiza tus actividades cotidianas para no realizar sobreesfuerzos y también evitar el descanso excesivo.
  • 2. Aliméntate de una manera equilibrada.
    Es decir, procura seguir una dieta variada y que te aporte todos los nutrientes y líquidos necesarios para el buen funcionamiento de tu organismo.
  • 3. Cuida tus hábitos de sueño.
    Establece un horario regular para irte a dormir y levantarte y evita las siestas de más de veinte minutos. Cena de manera ligera y, en las horas previas a acostarte, mejor que evites el café, los cítricos, el tabaco, el alcohol y el ejercicio intenso.
  • 4. Controla tu nivel de estrés.
    Dentro de lo posible, evita cualquier factor físico o emocional que pueda aumentar tu tensión muscular y ansiedad. Puede resultar muy útil anotar qué vivencias empeoran los síntomas, así como aprender técnicas de relajación y respiración.
  • 5. Realiza ejercicio físico únicamente si te lo recomienda tu médico y siempre adaptado a tus necesidades.
    Recientes revisiones de algunas guías (NICE) para pacientes concluyen que los programas de actividad física deben considerarse solo en circunstancias específicas siempre bajo estricta supervisión médica y de un especialista en fisioterapia. Por tanto, según cada paciente, podría valorarse la práctica de ciertas actividades aeróbicas de baja intensidad como pasear o montar en bicicleta en llano.
  • 6. En caso de disfunciones neurocognitivas, evita el sobreesfuerzo mental.
    En tu tiempo de ocio, elige actividades sencillas como ver la televisión, escuchar música, realizar manualidades o puzles de piezas grandes y ve aumentando poco a poco la complejidad de las tareas. Si te gusta leer, opta por libros con letras grandes y espaciado amplio entre líneas.
  • 7. Considera la opción de participar en grupos de apoyo.
    Conocer a otras personas con síndrome de fatiga crónica puede ayudarte a sentirte comprendido y gestionar mejor tu enfermedad.

Productos light, ¿verdad o mentira?

El consumo de productos light se ha incrementado en los últimos años y esta tendencia parece no tener freno, debido a la mayor preocupación que los consumidores mostramos por nuestra salud y apariencia física.
 

 

En la actualidad, los alimentos light siguen presentes de manera destacada en el mercado, y cada vez son más numerosos y variados. La creciente preocupación por seguir una dieta equilibrada y el excesivo culto a la delgadez son algunas de las razones que explican el creciente consumo de este tipo de alimentos. Su adquisición no tiene lugar sólo durante la temporada estival (época de mayor preocupación por el aspecto físico) y muchos de ellos forman parte de la dieta habitual de un buen número de familias. Por ello, es de gran importancia que el consumidor sepa interpretar la información que le aporta el etiquetado nutricional, ya que existe una gran variedad de productos bajos en calorías y algunos de ellos en realidad no son tan ligeros como intentan parecer.

¿Qué es un producto light?

Un producto light es aquél cuyo aporte energético -la energía se mide en calorías y en julios- es al menos un 30% más bajo que el de su alimento de referencia, es decir, el mismo alimento pero en su versión natural. La reducción energética se consigue disminuyendo la cantidad o sustituyendo los azúcares o las grasas por otros componentes menos calóricos.

¿Son realmente útiles o necesarios?

En personas que se encuentran en buenas condiciones de salud no está justificado recurrir a este tipo de productos, si bien se consideran adecuados para quienes deben limitar el aporte energético de su alimentación o la cantidad de grasas y/o azúcares, debido a que sufren algún trastorno o enfermedad.

Aclarando conceptos importantes

Los productos light no son adelgazantes

El hecho de que aparezca en los envases la palabra light, «sin azúcar añadido», «bajo en grasas» o similares, no significa que sean adelgazantes. Es verdad que su aporte calórico es inferior respecto a los alimentos a los que imitan, pero algunos de ellos contienen grasas y azúcares en cantidades significativas. Tal es el caso de la mayonesa, los quesitos o el paté, alimentos ricos en grasa por naturaleza, aun tratándose de sus versiones ligeras. Esto se traduce en que el consumidor que hace uso de estos productos debe moderar de igual modo la cantidad o ración. De no ser así, sus efectos resultan contrarios a lo que se busca, produciendo incluso aumentos de peso. Para tener una idea más clara, una cucharada sopera (15 gramos) de mayonesa convencional contiene unas 100 calorías y unos 10 gramos de grasa, mientras que la versión light aporta en torno a 50 calorías y 5 gramos de grasa. Por tanto, si la persona cae en el error de que por ser un producto light puede tomar el doble o mayor cantidad, al final estará consumiendo las mismas calorías y gramos de grasa que si se tratara de la mayonesa convencional.

Su empleo indiscriminado puede alterar la salud

Si se abusa de ellos aumenta el riesgo de desequilibrios nutricionales. Las grasas y los azúcares son nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, consumidos sin exceso ni defecto. Si se sustituye muchos de los alimentos convencionales por sus versiones light, puede haber riesgo de carencia de nutrientes esenciales; es decir, aquellos que el organismo no puede producir por sí solo, más aún si el conjunto de la dieta no está correctamente diseñada. La grasa es vehículo de ácidos grasos esenciales (linoleico y linolénico) y de vitaminas liposolubles o solubles en grasa (A, D, E, K), que cumplen funciones de gran importancia. Por otro lado, si se consume poca cantidad de hidratos de carbono, el normal funcionamiento del organismo también puede verse alterado. Esto último sucede si se suprimen o limitan al máximo alimentos ricos en hidratos de carbono como cereales y sus derivados (pasta, pan, pastelería, etc.), patatas, legumbres, verduras y frutas, dulces. Y la situación se agrava si a ello se suma el empleo de productos «sin azúcar». Si no se consume la cantidad adecuada de hidratos de carbono -nuestro principal combustible energético- se produce un «autoconsumo» de las propias reservas corporales de efectos perjudiciales para la salud.

Imprescindible leer las etiquetas

Antes de introducir un producto light en la dieta hay que leer los datos que indica su etiqueta, en especial en lo referente al etiquetado nutricional y la lista de ingredientes, que por ley se presentan en orden decreciente a su peso; es decir, el de más peso es el que primero aparece, incluidos los aditivos.

Conviene comparar la lista de ingredientes del producto light con la del alimento tradicional de referencia, así como la composición energética y nutricional de ambos, no sólo por cada 100 gramos, sino también teniendo en cuenta la porción o ración de consumo, puesto que puede haber más de una sorpresa. Por ejemplo: si se compara la composición de dos tipos de galletas, ligeras y normales, por 100 gramos, la diferencia en calorías puede ser notable, pero ya no lo es tanto si se toma como referencia la ración de cuatro unidades. La comparación de las características de los productos light y sus equivalentes tradicionales permite establecer si en verdad son adecuados o no a las necesidades de la persona, conocer la composición de lo que se está comiendo, así como la relación entre calidad y precio.

Comer light sin productos light

En general, las personas buscan comer alimentos de similares características a los tradicionales, pero de menor aporte energético. Desde el punto de vista dietético y nutricional resulta adecuado que el consumidor desee alimentos menos grasientos y con menos azúcares, si bien cabe tener en cuenta que para ello no es indispensable recurrir a los productos light. Comiendo menos de ‘ciertas cosas’ y cocinando los alimentos de la manera adecuada, se consigue reducir las grasas y los azúcares sin necesidad de optar por los productos light, que por lo general son más caros y no resultan tan apetecibles como los alimentos a los que pretenden imitar.

Variedades de productos light

Productos con menos grasa Son útiles para diversificar la alimentación de quienes tienen que controlar la cantidad de grasas de su dieta, como en caso de hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, ciertos trastornos hepáticos o de la vesícula biliar, problemas pancreáticos y de exceso de peso. Los de mayor empleo son: salsa fina tipo mayonesa ligera, margarina y mantequilla light, quesos y jamón cocido bajos en grasa, leche y yogures desnatados, etc.

Productos con menos azúcar o sin azúcar Son útiles para quienes han de controlar el consumo de azúcares, como es el caso de la diabetes, de la hipertrigliceridemia, del sobrepeso y de la obesidad. Hay que destacar que no todos los productos en los que se incluye el mensaje «sin azúcar», «sin azúcar añadido», «con fructosa», «apto para diabéticos» son light o bajos en calorías. Son bajos en calorías si emplean edulcorantes no calóricos, mientras que si incorporan fructosa (azúcar presente en frutas, hortalizas y miel) en lugar de sacarosa o azúcar común, pueden aportar la misma energía o incluso algo más que los alimentos convencionales, en función del resto de sus componentes, por lo que no sería adecuado para quienes tienen exceso de peso.

Aconsejar a la población el consumo de alimentos Light es una mala praxis si la hace un médico, y debería ser un delito si lo hace un comerciante. La mayoría de alimentos Light no solo no son necesarios para bajara de peso sino que hacen comer porciones mas agrandes debido a que se subestima las calorías y por que además el cuerpo pierde la capacidad de reconocer el real contenido calórico de un alimento, perdiendo una regulación automática. Aconsejamos no emplear alimentos Light en la rutina diaria; y solo emplear los tres alimentos verdaderamente light (mayonesa Light, la gaseosa Light y los lácteos descremados), durante un programa de descenso de peso controlado por un médico.

La importancia de la vitamina D para toda la familia

También conocida como calciferol, la vitamina D es una de las vitaminas más importantes, cuya función principal es regular la absorción de calcio y evitar la descalcificación de los huesos. Sin embargo, esta vitamina también es fundamental para otros aspectos de nuestra salud ¿No lo sabías? ¡Te lo contamos aquí!

¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D es una vitamina liposoluble imprescindible para nuestro organismo porque:

  1. Contribuye al fortalecimiento y el buen funcionamiento de los músculos.
  2. Favorece al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
  3. Ayuda a reducir el riesgo de caídas asociadas a la inestabilidad postural y debilidad muscular.
  4. Facilita la absorción y utilización del calcio y del fósforo, favoreciendo el mantenimiento de huesos
    y dientes.

¿Cómo obtener vitamina D?

La vitamina D se sintetiza en la piel gracias a la exposición a la luz solar (90%) y también a través de los alimentos la contienen de manera natural (pescados grasos: atún, salmón y caballa) o que han sido suplementados con ella (huevos, mantequilla, margarina, etc.), aunque en menor proporción (10%).

 

Déficit de vitamina D

En los últimos años, la deficiencia de vitamina D entre la población general y más sensiblemente en la edad pediátrica está aumentando. La falta de exposición solar, el uso filtros UV en los protectores solares y en ocasiones una ingesta inadecuada, son algunas de las causas. Hay dos periodos de la vida que se consideran críticos en la obtención del pico de masa ósea (máxima mineralización del hueso) en los que es especialmente importante tener un adecuado aporte de vitamina D: la etapa infantil (0-3 años) y la adolescencia.

La deficiencia de la vitamina D está asociada con un amplio número de trastornos, por ejemplo, musculoesqueléticos (osteoporosis, caídas, fracturas), trastornos autoinmunesdiabetes mellitus tipo 2, trastornos cardiovasculares, neurológicos y psiquiátricos, o el cáncer, entre otros.

¿Qué es el acné de la pubertad y la edad adulta?

 

Independientemente de la edad, el acné se produce cuando los poros se obstruyen con células muertas de la piel y exceso de sebo, lo que atrapa las bacterias en su interior. Este ambiente permite que las bacterias se multipliquen rápidamente, lo que produce el enrojecimiento y la inflamación que asociamos con el acné.2 Se cree que las fluctuaciones hormonales también desempeñan un papel importante. Esta es la razón por la que los adolescentes pueden experimentar acné por primera vez al inicio de la pubertad3 y muchas mujeres tienen imperfecciones en determinados momentos de su ciclo mensual4.

Es poco probable que el acné mejore por sí solo, por lo que es importante abordar sus causas subyacentes con los productos adecuados para el cuidado de la piel. Además de ayudar a restaurar una tez clara, un tratamiento eficaz puede mejorar la autoestima y ayudar a prevenir las marcas posteriores al acné, en adolescentes o adultos.

Esenciales del cuidado de la piel antiacné

No hay diferencia entre el tratamiento del acné para adolescentes y el recomendado para adultos. Una rutina de cuidado de la piel eficaz presenta varios componentes esenciales. Como el exceso de sebo y los poros obstruidos son una causa subyacente del acné a cualquier edad, un limpiador suave que elimine la suciedad y la grasa sin eliminar la hidratación natural de la piel es muy beneficioso. La limpieza facial es un paso muy importante y cuando los productos incluyen ingredientes antiacné, como el peróxido de benzoilo también pueden ayudar a eliminar las imperfecciones y a prevenir nuevos brotes.6 Otros ingredientes, como el ácido hialurónico hidratante y la niacinamida calmante, también pueden ayudar a que la piel propensa al acné adolescente o adulto se sienta más cómoda.

 

Además de una limpieza adecuada, la piel propensa al acné también puede beneficiarse de hidratación adicional, especialmente si se están utilizando tratamientos puedan provocar sequedad. Una hidratante no comedogénica (que no obstruya los poros) puede ayudar a hidratar la piel seca. Recuerda, la piel produce naturalmente más sebo como respuesta a la sequedad. Esto puede provocar la obstrucción de los poros y más brotes7, lo que se convierte en un «ciclo de acné». Por la mañana, asegúrate de utilizar una hidratante con SPF de al menos 30, para proteger la piel de los rayos UV.

Una rutina de cuidado de la piel antiacné para adultos o adolescentes puede ser eficaz por sí sola o como complemento de otros tratamientos recomendados por dermatólogos. Si la rutina en casa no produce una mejoría en un mes o dos, es mejor acudir a un dermatólogo que pueda recomendarte nuevas formas de mantener el acné bajo control.

Las imperfecciones del acné pueden dejar marcas y un tono de piel desigual. Un sérum exfoliante suave pero efectivo puede ayudar a afinar la textura de la piel. Un producto con retinol puede promover la renovación de las células de la piel para ayudar a reducir la apariencia de las marcas de acné y suavizar la textura de la piel9.

 

Tratamientos antiacné para adolescentes

Ninguna rutina de cuidado de la piel funcionará si no se mantiene en el tiempo, especialmente si hablamos del acné en adolescentes. La clave para conseguir una piel sin imperfecciones es seguir una rutina específica, pero esto puede resultar complicado si no vemos resultados inmediatamente. La mejora puede tardar en notarse de seis a ocho semanas10, pero es importante seguir usando productos contra el acné para lograr resultados. Una rutina simple pero efectiva puede facilitar que los adolescentes se comprometan con su uso diario11. Un limpiador con peróxido de benzoilo para ayudar a reducir el acné y una crema no comedogénica pueden ayudar a mantener la tez hidratada con ingredientes beneficiosos, como las ceramidas, que reparan la barrera natural de la piel.

Tratamientos antiacné para adultos

Las causas del acné en adultos son generalmente las mismas que provocan los brotes en la adolescencia, aunque la menopausia, el estrés y los efectos secundarios de otros medicamentos también pueden influir en su aparición12. El acné en adultos también puede suponer un desafío adicional, ya que la piel tiende a secarse con la edad y el uso de tratamientos tópicos puede provocar aún más irritación13. Por esta razón, la crema hidratante es un paso esencial en cualquier rutina de cuidado de la piel, especialmente en las que tratan el acné adulto. Además de las imperfecciones provocadas por el acné, con la edad los problemas relacionados con la piel aumentan. Un sérum exfoliante con retinol puede ayudar de manera suave pero efectiva a reducir la apariencia de los poros, promover un tono de piel más uniforme, refinar la piel para mejorar su textura y mejorar la apariencia de las marcas de acné. La piel con acné también se ha asociado con niveles más bajos de ceramidas, que desempeñan un papel clave en la barrera protectora de la piel14, por lo que los productos para el cuidado de la piel formulados con estos lípidos también pueden resultar adecuados.

Los siete beneficios de tomar magnesio

Los beneficios del magnesio para la salud son múltiples. Te los resumimos:

1. Defiende el organismo

Actúa en la defensa del organismo, la inmunidad y el crecimiento. Además es primordial para la producción de energía.

2. Tiene una función reguladora en tu cuerpo

Además, te ayuda a obtener energía porque estabiliza las proteínas, la glucosa y las membranas celulares.

3. Es un relajante natural

Al actuar directamente sobre el sistema nervioso alivia tu tensión nerviosa y muscular. También regula la presión arterial. Ideal si estás sometido a un exceso de trabajo y preocupaciones.

4. Previene la diabetes tipo 2

Mejora los niveles de azúcar en sangre, lo que te puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2.

5. Fortalece huesos y dientes y previene la caries y la osteoporosis

Ya que colabora en la fijación del fósforo y el calcio en los huesos.

6. Protege los tejidos y órganos

Al regular el pH corporal protege los órganos y tejidos, ayudándote a prevenir enfermedades cardiovasculares, renales y digestivas.

7. Es básico en muchas reacciones bioquímicas

En la fijación del calcio y el fósforo en huesos y dientes. En la síntesis proteica y en la función muscular

¿Qué cantidad diaria de magnesio debes tomar? 

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria los hombres a partir de los 18 años necesitan una cantidad diaria de 350 mg y las mujeres 300 mg. Durante el embarazo y la lactancia se recomienda la misma cantidad.

¿Sabes cuál es el alimento que contiene más magnesio? ¿Qué otros alimentos lo contienen? 

Según un estudio de la Universidad de Harvard el alimento que contiene más magnesio es el bulgur, con 230 mg por taza. Le sigue la cebada con 158 mg por taza y las espinacas cocinadas con 157 mg por taza. Otros alimentos con bastante cantidad de magnesio son: las pipas de calabaza, el arroz integral, las almendras tostadas, la remolacha verde, el germen de trigo, los garbanzos, los pistachos, los cacahuetes, los frijoles y el halibut o fletán del Pacífico.

¿Cómo debes tomar estos alimentos para beneficiarte de todo el magnesio? 

Lo mejor es hacerlo cocidos al vapor. Entre las recetas: ensaladas de espinacas crudas, cremas de verduras, cuscús con frutos secos, hummus o arroz integral con verduritas al estilo oriental.

¿Qué puede provocarte un déficit de magnesio? 

Un déficit de magnesio te puede generar fallos en el crecimiento, alteraciones en tu comportamiento, debilidad, irritabilidad, espasmos y pérdida del control muscular.

¿Cuándo tomar magnesio en suplementos puede ser beneficioso para tu salud? ¿Por qué tomar magnesio en comprimidos? 

Si estás pasando por un periodo de estrés, llevas una dieta pobre en cereales, verduras y frutos secos o te sientes especialmente cansado podrías necesitar un extra de magnesio. Recuerda que un aporte de más puede provocar náuseas y diarreas. También está contraindicado en personas con insuficiencia renal y en otros casos. Por todo eso, tu médico es el que debe indicarte cuándo debes tomar magnesio en comprimidos o sobres.

¿Cuál es el mejor momento para tomarlos?

Muchos especialistas recomiendan al levantarse en ayunas para que este se absorba mejor, o antes de acostarse para favorecer el sueño y relajación. No obstante, consulta a tu médico o en tu farmacia.

¿Cuánto tiempo se debe tomar el magnesio? 

De nuevo será el especialista el que te diga el tiempo que debemos tomar el magnesio. Un uso prolongado en el tiempo puede ser contraproducente.

Tomar magnesio es una buena solución para tener una salud de hierro. Si quieres tomarlo como complemento alimenticio, puedes comprar magnesio en nuestra farmacia en multitud de formatos: comprimidos, sobres, pastillas efervescentes, polvos o sticks.

Alimentos que potencian nuestras defensas

Los malos hábitos de vida, el tabaco, el alcohol, dormir poco, la contaminación, el estrés, ir cumpliendo años… Son muchos los factores que pueden generar radicales libres que agreden y debilitan nuestro sistema inmune. En la actualidad, nos enfrentamos además a la amenaza del Covid-19, por lo que necesitamos más que nunca mantener en óptimas condiciones  nuestras defensas. Veamos si podemos conseguirlo mediante alimentos que potencian nuestras defensas.

De hecho, los nutrientes que tomamos cada día son los que aportan a nuestro organismo la munición y el avituallamiento que necesita para encontrase en condiciones óptimas y poder  enfrentarse a cualquier virus, bacteria o microorganismo invasor, aunque, en la actualidad, el que más nos preocupa es el coronavirus.

alimentos-para-potenciar-defensas

Sin embargo, conviene puntualizar que nuestro sistema inmune es un entramado muy complejo, y resulta difícil determinar exactamente todos los factores que pueden hacerlo funcionar de manera adecuada, más allá de la alimentación.

Lo que resulta  clave es llevar una alimentación equilibrada que nos proporcione los nutrientes que nuestro organismo precisa para realizar correctamente sus funciones. Por ejemplo, combinar adecuadamente los productos de temporada con aquellos propios de otras épocas, que almacenamos en la despensa o podemos tomar en conserva. De esta manera, nuestro cuerpo contará con todos los nutrientes que necesita.

En cualquier caso, es cierto que la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) reconoce algunos nutrientes que participan en el funcionamiento del sistema inmunitario, aunque también hay que decir que no hay suficientes evidencias que respalden la necesidad de tomar vitaminas o mayor cantidad de ciertos alimentos para mejorar el sistema inmune y enfermar menos o  que tomar más cantidades de ciertos alimentos  aseguren definitivamente unas defensas inquebrantables.

Algunos de dichos nutrientes son por ejemplo la vitamina C, o el Zinc, cuyas propiedades describimos brevemente a continuación. 

Vitamina C, posible aliada contra el resfriado

Durante muchos años ha sido un remedio casero para el resfriado común. Sin embargo las evidencias muestran que para la mayoría de las personas los alimentos ricos en vitamina C o suplementos no reducen el riesgo de contraerlo. Algunos estudios encontraron que para algunas personas la toma de suplementos de vitamina c regularmente podrían acortar o hacer más leves sus síntomas. Se precisan no obstante más estudios para aclarar este papel.

La podamos encontrar en cítricos como la mandarina, el pomelo, la naranja, el limón, la granada y el kiwi y en los frutos del bosque. Con tan sólo una naranja grande, dos mandarinas medianas, 7-8 fresas o 2 kiwis al día ya hemos alcanzado los requerimientos de vitamina C recomendables.

Entre las verduras y hortalizas fuente de vitamina C, se encuentran el brócoli, la coliflor, las espinacas, el tomate, el pimiento y la patata. A la hora de preparar, cocinar y almacenar estos alimentos, recuerda que esta vitamina puede degradarse por la acción del calor, la luz o el oxígeno. Por este motivo, opta por tomarlos crudos siempre que sea posible, o utilizando técnicas de cocción menos intensas como al vapor 2-3 minutos, al microondas pocos minutos.

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Zinc, contribuye al buen funcionamiento  del sistema inmune

Al igual que la vitamina C, el zinc está relacionado con el adecuado funcionamiento del sistema inmune. También se le atribuyen otras muchas propiedades como su participación en la división y crecimiento celular, la cicatrización de heridas y el metabolismo de los carbohidratos, acción antibacteriana y protección frente a patologías crónicas como el exceso de colesterol, o, incluso, el cáncer, aunque se precisan más estudios para confirmarlo.

Nuestro cuerpo es capaz de absorber porcentajes variables del zinc que contienen los alimentos que ingerimos. En este aspecto, es importante saber que el de la carne roja, el pescado y las aves se absorbe más fácilmente que el de los alimentos de origen vegetal.

Otras fuentes de este mineral, aunque no permitan la absorción tan fácilmente, son las legumbres -sobre todo alubias, judías verdes, guisantes, brotes de soja y cacahuetes-, los cereales, el tofu, la levadura de la cerveza, las verduras cocinadas, los champiñones, la calabaza y las semillas de girasol.

Otros alimentos que aportan nutrientes para un buen funcionamiento de nuestro organismo

Ya hemos visto numerosos alimentos que nos ayudan al buen funcionamiento de   nuestro organismo, pero la lista no ha terminado. Otra opción tan saludable como sabrosa son los yogures. Estos nos ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinalclave para nuestras defensas y que nos protege de las infecciones de origen alimenticio. De manera que incluir este lácteo en nuestra dieta diaria puede ser muy buena idea.

Y también deben figurar en ella las legumbres, algunas de las cuales ya he mencionado. Ricas en antioxidantes y en minerales -además, de en zinc, en magnesio, hierro, potasio, cobre, etc.-, es recomendable  comerlas al menos dos veces por semana. Así que no dudemos en tomar potajes de lentejas, garbanzos o judías verdes o de añadirlas a nuestras ensaladas.

Para condimentar nuestros platos, podemos recurrir al ajo, la cebolla y a plantas aromáticas como el perejil, el romero y el jengibre. Nos beneficiaremos tanto de su sabor, como de otras posibles propiedades (antibacterianas y desintoxicantes), que se les atribuyen por su contenido en diversos micronutrientes y vitaminas.

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Consejos para potenciar nuestras defensas

Si seguir una alimentación equilibrada, variada y basada en alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales es clave para mantener el buen funcionamiento de  nuestro organismo, no menos importante es la hidratación: acuérdate de beber cada día la cantidad adecuada según tus características y estado de salud (en general se recomiendan entre 1-2 litros de líquido al día). De esta manera, mantendrás hidratada también la mucosa respiratoria y puedes contribuir a su buen funcionamiento para   protegerte s de posibles infecciones.

Llevar un estilo de vida saludable nos ayudará, en general, a mantener nuestras defensas en situación óptima. Por ello, evita el consumo de tabaco, drogas y alcohol, intenta mantener el estrés a raya y dormir las  horas que precisas para sentirte descansado cada día.

Asegúrate también de mantenerte activo o activa: realizar regularmente actividad física de intensidad moderada ayudará a tu sistema inmunológico a estar preparado para hacer frente a los microorganismos invasores.

TEST DE ANTÍGENOS

Test Antígenos Rápido con todos los utensilios necesarios para realizar la prueba de antígenos Covid-19 en casa. No requiere un profesional con formación médica para realizar la recogida de muestras correctamente ni llevar la muestra a un laboratorio para analizar sus resultados.



Resultados en 15 minutos.

Prueba sencilla e indolora. Es adecuada para personas mayores, niños y personas con discapacidad.

Las pruebas rápidas son una parte importante del seguimiento de la infección por COVID-19. Esta prueba rápida de antígenos Covid-19 de Hotgen está aprobada para su uso por parte de particulares sin necesidad de la asistencia de personal sanitario.

Está aprobada como autotest según el artículo 11, párrafo 1, de la Ley de productos sanitarios (número de expediente: 5640-S-057/21).

Para realizar la prueba sólo es necesario recoger una muestra de la parte más superficial de las fosas nasales.

El Test de Antígenos es una prueba sencilla e indolora. La recogida de muestras de la prueba nasal no es complicada ni dolorosa. Se trata de un simple hisopo que hay que introducir en la cavidad nasal anterior. Sólo hay que introducir el bastoncillo unos 2 cm en la nariz y girarlo.



El Test de Antígenos Hotgen es rápido y fiable. La recogida de muestras es sencilla e indolora. Tiene una alta especificidad (99,13 %) y la sensibilidad (95,37 %).

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Contenido del Kit:

✔️ 1 paquete de prueba rápida de antígeno COVID-19 Hotgen.

✔️ 1 pieza Casete de prueba de antígeno de coronavirus.

✔️ Tubo de muestreo de 1 pieza con solapa de sellado y tampón de extracción.

✔️ 1 pieza Hisopo estéril.

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✔️ Instrucciones de uso.

Características del Test Antígenos Rápido Hotgen:

✔️ Sensibilidad: 95,37%.

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✔️ Recogida de muestras fácil, cómoda e indolora.

✔️ No se necesita un analizador ni un laboratorio.

✔️ Certificado CE 0123.

Modo de empleo:

1. Introducir el hisopo o bastoncillo con cuidado en una fosa nasal aproximadamente 2 cm de profundidad y girar el hisopo 3 o 4 veces. Repetir en la otra fosa nasal.

2. Introducir el hisopo con la muestra en el tubo de extracción y girar el hisopo entre 3 y 5 veces con una duración de unos 15 segundos. Comprimir con los dedos el tubo de extracción a la vez que giras el hisopo y lo extraes. Cerrar el tubo de extracción.

3. Añadir 4 gotas del tubo de extracción en el casete de test en la zona «S».

4. Esperar 15 minutos para leer resultados.

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⚠️ SI EL RESULTADO ES POSITIVO, PONTE EN CONTACTO CON EL CENTRO MÉDICO MÁS CERCANO.

¿Cómo dormir bien en Navidad?

La Navidad es época de disfrutar, comer, beber y dormir poco. ¡¡Sigue leyendo porque te vamos a dar unas ideas para dormir bien en Navidad!!.

Y es que, durante estas fechas navideñas, conciliar el sueño parece ser, para una gran cantidad de población, ya sean niños, adolescentes o mayores,  una tarea difícil de conseguir.

Ponemos a tu disposición un conjunto de consejos  y sugerencias, que puedes emplear para conseguir descansar como mereces.

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Haz ejercicio

Practicar deporte debería ser una actividad esencial en tu día a día. Por un lado, otorga un conjunto de beneficios a nuestro cuerpo, físicos, estéticos y psicológicos.

Para ello, puedes salir a dar un paseo por la ciudad, ir en bici al trabajo o a la escuela, o incluso, actividades divertidas como bailar. Puedes hacerlo en casa, al aire libre o en el gimnasio. Verás, como el cansancio, que genera esta práctica, facilita la conciliación del sueño. Y no olvides, que debes descansar mínimo 7 horas diarias: notarás más energía, eficiente y positivo.

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Evita el uso de la tecnología antes de dormir

La luz que emiten numerosos aparatos tecnológicos, que usamos a diario afectan de manera directa a la hora de conciliar el sueño. No sólo realizar tareas, en horarios nocturnos, educativos o de trabajo, nos puede producir estrés y más preocupaciones, sino que, retrasan la secreción de la melatonina, que es la hormona principal para dormir.

Un consejo útil y efectivo es que desconectes del trabajo y de tus labores como estudiante, mínimo dos horas antes de dormir, y como consecuencia, cambies el uso de medios tecnológicos por la lectura de un buen libro.

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No bebas alcohol

Es usual que en fechas navideñas, tomemos bebidas con alcohol, bien para acompañar las comidas o bien, para brindar. El alcohol afecta de manera negativa a nuestro sistema nervioso y puede provocar sueños deficientes, haciendo que nos desvelemos durante la noche. Además de esto, las bebidas alcohólicas aumenta la aparición de ronquidos y diferentes dolencias respiratorias.

Ya sabes, limita su consumo y bebe agua para acompañar tus comidas o bien, puedes optar por consumir bebidas sin alcohol.

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Horario y rutina

En épocas navideñas, nuestro horario habitual y rutinas diarias, cambian de manera significativa. Tenemos a los niños en casa, con el inicio de las vacaciones y debemos emplear más tiempo para atenderlos.

Lo que puedes hacer es planificar tu rutina diaria, respetando al máximo, tanto la hora de ir a la cama como la de levantarse.

Si debido a múltiples desasosiegos no consigues dormir de manera eficaz, ya sea por la llegada de la Navidad y sus ajetreos o bien, por motivos laborales, este artículo es perfecto para ti. Desde Vive tu Casa, nos preocupamos por tu salud y la de los tuyos y somos expertos en descanso, por ello conocemos técnicas para que puedas descansar mejor y así, recuperar energías para afrontar el conjunto de adversidades que pueden aparecer en tu día a día.

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Crea un entorno limpio y ordenado

Está comprobado que los espacios desordenados, descuidados y  enlodados, pueden afectar a nuestra calidad de sueño. Y en estas fechas, es frecuente que debamos realizar ocupaciones y labores de anfitriones con la visita de nuestros familiares y amigos.

Conocemos de primera mano estos problemas, por ello aquí tienes unos consejos sencillos y eficaces para limpiar tu hogar de manera eficiente y rápida, para que nada ni nadie estropee tu sueño. ¡No te los pierdas!

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Instaura una adecuada zona de descanso

Crea un ambiente relajado y confortable en el dormitorio. La cama es el protagonista indiscutible de cualquier zona de descanso, ya que en parte, condiciona la disposición del resto de elementos.

A la hora de conseguir un entorno relajado y abrumador, debes tener en cuenta los siguientes factores:

  • Espacio y distribución.
  • Mobiliario.
  • Iluminación.
  • Colchón.
  • Detalles y complementos.
  • Los colores.

Podemos ayudarte con la tarea y hacerla más fácil todavía. Nuestro principal objetivo es cuidar tu descanso, para ello tenemos una gran variedad elementos que ayudarán a conseguir un sueño totalmente reparador.

SALUD Y NAVIDAD: 5 CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE FORMA MÁS SALUDABLE ESTAS NAVIDADES.

la época Navideña trae consigo también algunos excesos, cambios de rutina, alteraciones del sueño y del descanso… y mantener algunos hábitos saludables en Navidad se vuelve a veces una tarea difícil, ¿verdad?

Llámese reunión familiar, comida de empresa, cañas con los amigos, la compra de los regalos o visita a un familiar, estas «obligaciones» pueden alteran nuestra rutina diaria y provocar que nuestra salud se resienta tanto a nivel físico como mental o anímico.

Y como sabemos que evitar los excesos y mantener ciertos hábitos saludables es complicado, desde Normon te proponemos estos 5 consejos que esperamos te ayuden a llevar de forma más sana estas próximas fechas navideñas.

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  • Planifica y organiza tus tareas navideñas

La Navidad puede llegar a ser muy estresante ya que por regla general nuestra «agenda» bulle de citas, compras y preparativos. Tantas «cosas por hacer», sumadas a las tareas cotidianas del día a día pueden llegar a resultar muy estresantes y aumentar nuestro nivel de ansiedad en ciertas ocasiones.

Para evitar esta «tensión» no hay nada como intentar organizar estas semanas visualizando los hitos y fechas importantes para nosotros en un calendario propio. Así podremos ver de un vistazo estas 4 o 6 semanas y darnos cuenta de que quizá no hay tantas cosas que» tenemos que hacer» y distribuirlas mejor en el tiempo. Por ejemplo: Salir a buscar regalos los miércoles de 18:00 a 21:00, visitar a mis primos lejanos el Sábado 23, escribir las felicitaciones de Navidad el Domingo 12, etc.

Esta forma de calendarizar y organizar las tareas nos dará una visión real de las tareas a realizar, más allá de estar todo el día pensando en que «tengo que hacer muchas cosas…»

Otro aspecto positivo de crearte un calendario propio es que podrás ver qué hitos o tareas son realmente necesarias e importantes y cuáles no lo son tanto. Puedes usar colores para clasificarlas y así darte cuenta de que todo no es igual de importante y no hay que dedicarle el mismo tiempo o preocupación.

Y no olvides dedicarte tiempo a ti mismo. Sea para hacer algo de deporte, leer un libro, ir al cine… cualquier actividad centrada en ti te vendrá bien y te ayudará a desconectar.

  • Alcohol en Navidad: Consume alcohol responsablemente

El alcohol es muy perjudicial para la salud (de eso no hay duda). En estas fechas además aumentan en número y frecuencia las citas y reuniones «sociales» y la ingesta de alcohol suele aumentar en proporción; nos dejamos llevar por el buen ambiente y la alegría y bebemos de más, a veces sin ser conscientes de la cantidad de bebidas alcohólicas que consumimos.

Como es lógico, en la moderación esta la virtud… ¡y la salud!

Un buen hábito es no beber con el estómago vacío e intentar disminuir el consumo de bebidas de alta graduación. El vino y la cerveza pueden ser una buena opción, si bien hay bebidas cero alcohol con las que podemos pasar un buen rato, ya que para divertirse no es necesario el alcohol.

Otro buen consejo es no mezclar diferentes tipos y graduaciones de bebidas espirituosas,  ya que los efectos de alcohol en el organismo se potencian y pueden llegar a ser muy perjudiciales para nuestra salud y bienestar.

Y sobretodo y lo más importante, si bebes nunca cojas el coche o realices tareas complicadas o peligrosas. Estarás poniendo en peligro tu salud y las de otras personas 

  • La comida en Navidad: Elige productos frescos y variados

Ya sabes que las grandes comidas y cenas navideñas son el eje principal de estas fiestas, ya todo gira en torno a la mesa. Está muy bien disfrutar de uno mayores placeres de la vida pero se puede hacer de forma saludable. 

¿Cómo resistirte al pudding de la abuela? ¿Cómo dejar pasar la oportunidad de darte un homenaje culinario con los canapés de tu padre o madre? Sí, es complicado resistirse a estos manjares pero hay dos cosas importantes que debes tener en cuenta.

La primera es que evites comer en exceso y en la medida de lo posible elige los platos con alimentos más frescos, menos elaborados y no desestimes acompañar a las carnes o pescados de una buena dosis de verduras u hortalizas, en vez de salsas ricas en grasas como mahonesa, o guarnición como patatas o algún otro tipo de fritos.

La segunda es que tengas mesura con los dulces. Turrones, mazapanes, rosquillas, churros, bombones, tartas… En Navidad hay un sinfín de tentaciones para los más golosos y hay que disfrutar de estos alimentos, por supuesto, pero ten en cuenta que la mayoría de los kilos de más que puedas coger pueden tener como origen estos postres y dulces. No es bueno atiborrarse de ellos tras una comida o cena copiosa. Como siempre en la mesura está la virtud para nuestra salud.

  • Los medicamentos en Navidad: solo cuando sean imprescindibles

Los excesos Navideños traen consigo ciertos estados de malestar físico o psíquico que por desgracia solemos combatir automedicándonos  (o medicando a otros) en más de una ocasión y esto además de ser irresponsable, puede empeorar la situación más que mejorarla.

Por poner un ejemplo, tomar ibuprofeno para el dolor de cabeza y paracetamol para el dolor muscular puede ser correcto o por el contrario totalmente desaconsejable. No es algo que pensemos en nuestro día a día pero depende de muchas variables como la edad, el estado físico, si se están tomando otros medicamentos, si es necesario o no etc. 

Tenemos que evitar la automedicación en Navidad. No es necesario y teniendo una farmacia al lado de casa, ¿por qué no consultamos a nuestro farmacéutico de confianza?

Él farmacéutico está al día en lo que a medicamentos y salud se refiere y puede recomendarnos un principio activo u otro, dependiendo de lo que realmente necesitemos. El profesional farmacéutico es quien velará por tu salud estas navidades y ante cualquier duda, consúltale. Estará encantado de atenderte.

  • Las dietas milagro y el ejercicio intenso post Navidad

Uno de los deseos más universales y extendidos para el año nuevo es el de empezar el año nuevo de forma más saludable. Solemos  comprometernos  con nosotros mismos para apuntarnos al gimnasio, adelgazar, dejar de fumar etc. Todo ello encaminado, por regla general, a quitarnos esos kilitos de más que hemos cogido durante las Navidades.

Te animamos a que lo hagas, pero con moderación. El ejercicio físico moderado trae consigo múltiples beneficios para el organismo y el estado anímico. Igualmente, llevar una dieta adecuada y saludable solo reporta ventajas en nuestra calidad de vida. Pero estos hábitos han de mantenerse en el tiempo para que el cuerpo y la mente noten sus efectos beneficiosos.

Lo que no podemos creer es que con un mes a dieta estricta y 2 horas de gimnasio todos los días (sin haber hecho ejercicio en mucho tiempo) nuestra salud mejorará rápidamente.

El ejercicio intenso  y las dietas espartanas pueden traer más problemas que beneficios, ya que el cuerpo soportará un estrés al que no está acostumbrado y pueden aparecer lesiones. Las dietas milagro además suelen tener graves deficiencias nutricionales que no harán más que empeorar nuestra condición física.

Un ejercicio moderado y continuado en el tiempo, al igual que unos hábitos de alimentación adecuados durante todo el año, son la mejor forma de estar sano y ser un poco más feliz.