Los cambios de temperatura, la llegada del frío y con él, las gripes y resfriados, el menor número de horas de luz, un ritmo laboral o académico que se torna cada vez trepidante a estas alturas del año… Todos estos factores forman un cóctel molotov que, a menudo, desgasta nuestro organismo: la conocida como astenia otoñal puede hacernos sentir cansados y, además, más tristes y desanimados, si constatamos que no llegamos a todo o que no rendimos cómo nos gustaría.
Si a ello se añade una dieta que no nos aporta todos los nutrientes que debería, nuestra vitalidad puede caer los suelos. Pero no debemos resignarnos a este bajo estado de ánimo y fuerzas, pues, una vez más, está de nuestra mano poner remedio a esta situación. Vamos a descubrir cómo.
Antes, sin embargo, conviene puntualizar que esta astenia asociada a los cambios estacionales (otoño, primavera) no tiene una explicación científica ni se considera una enfermedad per se, y tiende a desaparecer cuando el organismo se adapta a la nueva situación.
En cualquier caso, la astenia es un término que se emplea para definir un estado de fatiga, cansancio, debilidad y falta de fuerza que merma el rendimiento del sujeto en sus actividades diarias. Si este estado se prolonga en el tiempo lo indicado es consultar al médico para descartar otros procesos.
Actitud positiva y ejercicio frente a la astenia otoñal
Como sabéis, querer es poder. Una de las primeras claves ante estos bajones otoñales es una actitud positiva y optimista. Mantenernos motivados y saber adaptarnos a las diferentes situaciones nos ayudará a manejar el estrés y a afrontar mejor los imprevistos y contratiempos del día a día. Y, lejos de amilanarnos por el menor número de horas de luz, es más conveniente que nunca, que nos relacionemos socialmente y disfrutemos de momentos de ocio con los nuestros: nuestros familiares y amigos pueden ser nuestra mejor fuente de energía.
También el ejercicio físico te ayudará a liberar endorfinas y, por tanto, a elevar tu estado de ánimo. Por otra parte, está demostrado que la práctica regular de deporte aumenta la resistencia al estrés. Durante esta época del año, lo mejor es realizar ejercicio físico moderado: pasea, nada, monta en bicicleta. Como a veces el tiempo puede no acompañar, es la estación idónea para apuntarnos a actividades dirigidas realizadas en sala como yoga, zumba, pilates…
Trata, igualmente, de dormir un número suficiente de horas. Si descansas lo que tu cuerpo necesita, la somnolencia diurna será menor y también te sentirás más enérgico. Pero mantener una buena rutina del sueño no significa solo descansar entre siete y ocho horas todos los días, sino que también debes establecer y respetar horarios regulares para acostarte y levantarte. Mantener en buenas condiciones tu colchón y tu almohada contribuirá también a un mejor descanso.
Nutrientes contra la fatiga
Una vez más, una de las claves para sentirnos enérgicos se encuentra en la manera en que nos alimentamos: seguir una dieta equilibrada que incluya todos los alimentos en las cantidades necesarias nos ayudará a plantarle cara a este decaimiento pasajero. Esta dieta debe incluir, además, abundantes frutas y verduras: aparte de aportarnos vitaminas, minerales y fibra, que tomadas en cantidades adecuadas, pueden reforzar nuestra sensación de bienestar y felicidad.
Existen también diversas plantas que pueden resultarnos muy útiles a la hora de combatir la fatiga o los bajos estados de ánimo. Una de ellos es la rodhiola, cuya capacidad para mejorar el estado de ánimo, mitigar el estrés y aliviar la sensación de fatiga ya hemos mencionado en otras ocasiones. También puede ayudar a nuestro organismo a adaptarse mental y físicamente a situaciones cambiantes de nuestro entorno como un problema en el trabajo o en los estudios o un conflicto familiar o de pareja.
En segundo lugar, podemos aprovechar los efectos antioxidantes de la vitamina C. Esta se encuentra casi exclusivamente en los vegetales frescos – frutas como los cítricos, hortalizas y verduras de hoja verde-, por lo que, una vez más, volvemos a la necesidad de tomar estos alimentos de manera apropiada. Si llegamos a sufrir déficit de esta vitamina, puede ser necesario tomar algún suplemento que la contenga; incluso, algún multivitamínico que nos aporte, además de la C, otras tan importantes como la A y la E. De todas formas, para evitar un exceso de aporte o interacciones con medicamentos, será preciso consultar al profesional sanitario correspondiente quien valorará la indicación de su uso y la posología adecuada.
La vitamina C, además, ayuda a absorber mejor el hierro, otro gran aliado que nos puede ayudar a sentirnos más enérgicos. Durante etapas como esta en las que nuestras fuerzas flaquean, su ingesta puede ayudarnos a prevenir infecciones y a mejorar la resistencia física. En cambio, su déficit origina fatiga, mareos y problemas para concentrarnos. Para garantizar a nuestro cuerpo un aporte suficiente de este mineral, debemos tomar carne magra , almejas, berberechos y otros tipos de moluscos, legumbres, frutos secos y cereales. En caso de anemia, puede ser necesario también ingerir un suplemento durante algunas semanas, siempre bajo control médico.
Las virtudes revigorizantes del triptófano
Por último, pero no por ello menos efectivo, podemos afrontar el decaimiento tomando triptófano, un aminoácido que nuestro organismo precisa para segregar serotonina y melatonina. Ambas sustancias son fundamentales para mantenernos en un óptimo estado de ánimo y poder dormir bien, por lo que su carencia puede provocar desánimo, apatía, confusión, angustia, ansiedad, insomnio y fatiga.
Dado que se trata de un aminoácido esencial –lo que significa que nuestro organismo no puede sintetizarlo por sí solo-, debe estar presente en las cantidades adecuadas en nuestra dieta diaria. Para lograrlo, podemos tomar alimentos de origen animal como el salmón, los huevos, las ostras y los lácteos, así como otros vegetales como la soja, la alubia blanca, el aguacate, el plátano, la piña, las lentejas y frutos secos como los pistachos. El chocolate negro también es fuente importante de este aminoácido.
Recordemos que, para transformar el triptófano en serotonina, necesitamos la vitamina B6. Podemos encontrarla en, los cereales integrales, en general en panes y cereales enriquecidos, el pescado azul, la carne de ave, los frutos secos y las legumbres. Otros productos alimenticios como el germen de trigo ó la levadura de cerveza son fuentes también de esta vitamina
Como vemos, los recursos a nuestra disposición son tan variados que sentirnos fuertes y animados durante este otoño será coser y cantar.
La faringitis es la inflamación de la mucosa de la faringe que, a menudo, hace que se presente dolor al tragar. La faringe, vulgarmente conocida como garganta, es la cavidad que se extiende desde la parte posterior de la nariz y de la boca hasta el comienzo de la laringe y del esófago. La faringe tiene la función de conducir el aire hacia las vías respiratorias bajas y facilitar el paso de los alimentos hacia el esófago.
La inflamación de la faringe se asocia con frecuencia con la inflamación de las amígdalas, por lo que, en la práctica clínica médica, se utiliza el término de faringoamigdalitis para referirse a esta afección. A efectos prácticosfaringoamigdalitis, amigdalitis y faringitis se consideran términos similares, si bien este último se entiende como una afección más común, menos importante y menos grave.
¿Qué tipos de faringitis existen?
Se distinguen dos formas de faringitis:
Faringitis aguda: puede presentarse como inflamación de las amígdalas y se refiere a la inflamación de la faringe, de la úvula (campanilla), las amígdalas y el paladar blando.
Faringitis crónica: incluye una serie de procesos inflamatorios o irritativos de la mucosa faríngea que persisten o se repiten a menudo, generalmente sin causa infecciosa, y que se pueden dar en diversas situaciones: el reflujo gastroesofágico, ante irritantes tóxicos como puede ser polvo, sustancias químicas, el humo del tabaco, o cuando la respiración es por la boca ante afecciones de la nariz que cursan con obstrucción nasal. Quien la padece presenta con frecuencia un carraspeo para tratar de aliviar la sensación de moco en la garganta, junto a un picor o dolor faríngeo y molestias al tragar.
¿Qué causa la faringitis?
En el 70-80% de los casos, la faringitis viene causada por un virus o es una manifestación más de un cuadro catarral. Entre los virus, los adenovirus son de los más prevalentes, aunque puede haber otros implicados, como el rinovirus, el virus de la gripe influenza A y B, el virus parainfluenza, el virus respiratorio sincitial, o el virus de Epstein-Barr, origen de la mononucleosis y que se manifiesta con una faringoamigdalitis de gran afectación clínica.
La causa también puede ser bacteriana, donde el agente causal es una bacteria, generalmente el estreptococo beta hemolítico de grupo A (EBHGA), y aunque su incidencia varía según la época del año y la edad del enfermo, suele ser más común en niños y adolescentes.
¿Cómo se contagia?
La faringitis, al igual que el resfriado, se contagia a través de las pequeñas gotas de saliva que se expelen al hablar, toser o estornudar, aunque también hay factores que favorecen su aparición, como las condiciones de mayor agrupamiento familiar, la contaminación, los ambientes de humo de tabaco y también el ser fumador.
¿A cuánta gente le afecta?
No hay cifras concretas de la incidencia de la faringitis en la población general por sus diversas formas de presentación, ya que la faringe también se ve afectada en los cuadros catarrales en los que, además de la afectación de la nariz con mucosidad acuosa y congestión nasal, aparece el dolor de garganta.
La faringitis es uno de los síntomas más frecuentes que se atienden en las consultas de Atención Primaria o en los Servicios de Urgencias, y en la mayor parte de los casos su origen es viral.
Su mayor incidencia tiene lugar en las estaciones de invierno y primavera, aunque puede darse incluso al principio del verano por la afectación del rinovirus u otros virus que producen infecciones respiratorias de vías altas.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síntoma típico de la faringitis es el dolor de garganta, pero en función de su origen -vírico o bacteriano-, se puede acompañar de otros síntomas:
Origen vírico: además del dolor de garganta, aparece mucosidad o congestión nasal, tos, dolor de cabeza, ronquera, décimas de fiebre o dolores musculares.
Origen bacteriano: es el caso de la faringoamigdalitis estreptocócica (anginas) y los síntomas suelen ser importantes. Se comienza con un cuadro brusco de fiebre alta, escalofríos, dolores musculares y de articulaciones, dolor de garganta, dificultad para tragar e inflamación al palpar el cuello (ganglios). Puede confundirse con gripe por la intensidad del cuadro clínico pero, junto al enrojecimiento de la garganta, aparece una importante mucosidad blanquecina que cubre las amígdalas (placas de pus blancas) y que es menos frecuente en las faringoamigdalitis ocasionadas por virus.
¿Puede conllevar complicaciones?
La faringitis de causa viral es una afección que se cura en 4 o 5 días sin la ayuda de un tratamiento específico. No suele originar complicaciones y en caso de aparecer están vinculadas al propio resfriado, pudiendo ocasionar bronquitis y sinusitis, y especialmente en los niños, otitis.
Sin embargo, en el caso de faringoamigdalitis bacteriana estreptocócica, pueden aparecer complicaciones locales y generales:
Complicaciones locales: la más frecuente es el abceso periamigdalino, que se caracteriza por un empeoramiento de los síntomas, con aumento del dolor que dificulta o incluso impide la deglución. Otros síntomas destacados son el aumento de la ronquera, exceso de saliva al no poder tragar, mal aliento, persistencia de la fiebre elevada e inflamación importante de los tejidos de la garganta. Se precisa tratamiento con antibiótico e intervención urgente del otorrinolaringólogo.
Complicaciones generales: puede aparecer fiebre reumática y glomerulonefritis, dos enfermedades excepcionales hoy en día.
¿Qué tratamiento se recomienda?
Para determinar el tratamiento adecuado en cada caso, el médico debe realizar previamente un correcto diagnóstico en base a los síntomas clínicos y a los datos de exploración.
Para el tratamiento de la amigdalitis bacteriana estreptocócica se requiere antibiótico, con el objetivo de mejorar los síntomas, limitar el contagio y prevenir complicaciones como las anteriormente descritas.
En el caso de la faringoamigdalitis aguda, su tratamiento generalmente es sintomático, ya que la mayoría de las veces obedece a una causa viral, y tiene como objetivo aliviar los síntomas y acortar el curso de la enfermedad.
Consejos para evitar y/o controlar la aparición de la faringitis aguda
1. Evita los ambientes muy contaminados. Si respiramos aire con exceso de contaminación, podemos fomentar que los virus y las bacterias acumuladas en el aire entren en nuestro cuerpo y provoquen la aparición de faringitis.
2. Huye de los cambios bruscos de temperatura. Los ambientes secos por la calefacción o el aire acondicionado, así como la ingesta de comidas muy calientes o bebidas excesivamente frías pueden lesionar la mucosa de la faringe.
3. Protégete para evitar el contagio. Tápate la boca y la nariz al toser o estornudar, usa pañuelos desechables y lávate con frecuencia las manos para prevenir su contagio.
4. Mantén una adecuada hidratación. Bebe más líquidos de lo habitual, así como infusiones calientes. Realizar gárgaras con manzanilla o agua tibia y sal aliviará el dolor en tu faringe.
5. Refuerza tu garganta con una dieta rica en vitamina C. Los cítricos, las uvas y la miel protegerán tu organismo y ayudarán a mantener la garganta en buen estado.
6. Si fumas, deja el tabaco. Fumar puede producir malestar en varias partes del cuerpo, pero especialmente irrita los tejidos de tu garganta.
7. La bufanda, tu mejor complemento este invierno. En época invernal abrígate y sal de casa cubriéndote la garganta con una bufanda, o apuesta por una vestimenta que te cubra el cuello.
8. Consulta a tu farmacéutico. Antes de tomar productos bucofaríngeos con antisépticos o anestésicos para aliviar el dolor, consulta con un profesional sanitario.
9. Ante el menor síntoma, acude al médico. Si tienes dolor de garganta intenso, tus síntomas no mejoran después de tres o cinco días y aparece fiebre, consulta lo antes posible a tu médico de familia.
10. No te automediques. El consumo de antibióticos debe prescribirlo tu médico después de valorar tus síntomas.
Cuando el dolor deja de responder al paracetamol o a los antiinflamatorios como el ibuprofeno, uno de los analgésicos que más se receta en las consultas de Atención Primaria y en las Unidades de Dolor es el tramadol.
¿Qué es el tramadol?
Es un analgésico opioide que tiene efecto sobre la percepción de dolor tanto donde se produce la lesión como en el sistema nervioso central y el periférico. Actúa sobre la velocidad de transmisión y la intensidad de la señal dolorosa haciendo que «sientas» menos dolor. Empezará a hacerte efecto un poco después de tomártelo y notarás alivio (no siempre completo) durante 6-8 horas dependiendo de la concentración y la velocidad de
liberación del medicamento que tomes.
Es un fármaco que está indicado para controlar el dolor severo que está incluido en el segundo escalón de la escalera analgésica de la OMS que es la estrategia farmacológica que seguimos habitualmente los profesionales de la salud dedicados al tratamiento del dolor.
Es importante que sepas que el Tramadol no tiene ningún efecto antiinflamatorio: no previene ni disminuye la inflamación de los tejidos.
¿Cuál es la composición del tramadol?
El principio activo del tramadol (Tramadol Clorhidrato) está presente en muchos medicamentos y tus médicos podrán recetártelo bajo distintos nombres comerciales y presentaciones: cápsulas, comprimidos efervescentes, gotas, inyectable… en distintas concentraciones (50, 100, 150, 200 mg).
Las concentraciones más altas suelen ser de liberación prolongada «retard» que alarga el efecto de su principio activo y están especialmente indicadas para controlar dolor continuo de mayor intensidad. Estos fármacos «retard» se suelen tomar “a piñón fijo” cada 12 horas hasta que la mejoría permita ir reduciéndolas siempre con supervisión médica.
Vademecum del tramadol
Una consulta rápida a las presentaciones en el vademecum del tramadol nos devuelve más de 70 presentaciones distintas bajo los nombres comerciales de Adolonta (Grünenthal), Ceparidin (Arafarma), Gelpar, Dolotradol (Ferrer), Tioner (Gebro Farma), Tradonal (Meda Pharma), Zytram (Mundipharma)…
Además de los medicamentos genéricos que incluyen el tramadol fabricados por laboratorios como Aristo, Asta Médica, Cinfa, Kern Farma, Normon, RatioPharm, Teva o Sandoz. Sea cual sea su nombre comercial, todos tienen indicaciones parecidas, efectos similares y tienen las mismas contraindicaciones y recomendaciones de uso.
¿Qué es el tramadol paracetamol?
Lo más habitual es que te receten el Tramadol combinado con paracetamol. Además de los genéricos «Tramadol Paracetamol» podrán recetarte Diliban (Gebro), Dupatrac, Pazital (Gebro), Pontalsic (Bayer), Tracimol (Ferrer), Traparac (Teva) y el más popular: Zaldiar (de Grünenthal)
Es un medicamento potente y para conseguirlo necesitas receta. Te recomendamos que no lo compres por internet a desconocidos. Es uno de los fármacos que actualmente más se está falsificando en la red.
¿Cuándo tomar tramadol? Indicaciones
Es un medicamento «todoterreno». Está indicado tanto para el dolor neuropático como la ciática como para el dolor nociceptivo (artrosis) y o el dolor mixto como el dolor lumbar crónico. El tramadol permite controlar bien y a dosis bajas el dolor moderado. Al tener menos concentración de principio activo, las presentaciones Tramadol/Paracetamol nos permiten hacer un mejor ajuste de la frecuencia de toma al grado de dolor cada día.
¿Cómo tomar el tramadol? Recomendaciones
Recuerda que es analgésico opioide -débil, menos potente que otros- pero que como todo opioide tiene sus reglas de uso.
NO TOMES POR TU CUENTA MÁS DOSIS NI CON DISTINTA FRECUENCIA QUE LA QUE TE HAYA RECOMENDADO TU MÉDICO. El tramadol podría no eliminar completamente tu dolor pero lo reducirá en parte haciéndolo más llevadero. Consulta siempre a tu médico. La automedicación con este fármaco puede ser perjudicial para tu salud
INICIA EL TRATAMIENTO CON DOSIS MUY BAJAS y si lo necesitas, tu médico establecerá un plan progresivo hasta que consigas una mejora sin sufrir efectos adversos. Menos es más, mejor empezar con dosis bajas hasta a siguiente visita al médico.
SI REDUCES LA DOSIS DEL TRAMADOL (O LO ELIMINAS) HAZLO SIEMPRE PROGRESIVAMENTE. Hazlo despacio, con reducciones parciales muy progresivas cada semana o dos semanas hasta eliminarlo por completo SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE con estrecho control y seguimiento de vuestro médico de familia o de vuestro especialista en dolor… nunca por vuestra cuenta y riesgo!! Así evitarás el temido síndrome de abstinencia por la suspensión brusca de opioides.
No tomes tramadol si estás embarazada o en periodo de lactancia o si eres menor de 16 años o tienes alergia o hipersibilidad a los opiáceos. Tampoco deberías tomarlo si tienes insuficiencia respiratoria severa, problemas hepáticos o sufres epilepsia y no la están controlando tus médicos…
Qué efectos secundarios puede tener el tramadol
Es posible que el tramadol te siente mal desde la primera pastilla y sientas nauseas, vómitos y sensación de mareo, somnolencia… Lo que hará que sea difícil que quieras continuar con el tratamiento…. En esta situación es importante que valores el grado de tus molestias: si son verdaderamente importantes deja de tomarlo inmediatamente y consulta lo antes posible con tu médico.
Si son leves (boca seca, dolor leve de cabeza, sudoración…) intenta aguantar unos días para dar tiempo a tu cuerpo a acostumbrarse. Es decir, a desarrollar «tolerancia» a los efectos secundarios del principio que luego, en nuestra experiencia, se van reduciendo.
Por otra parte, el tramadol -como el resto de opioides- tiene como efecto secundario más frecuente el estreñimiento: es probable que necesites un suplemento de fibra o incluso, laxantes (Movicol, Molaxole, Duphalac, Lactitol). Es importante que aumentes la toma de líquidos en tu dieta.
¿El tramadol engorda?
En internet podrás leer información muy contradictoria. Aunque algunos pacientes opinan que el tramadol engorda, lo más frecuente es precisamente lo contrario: que pierdas peso durante el tratamiento y al finalizarlo, engordes al recuperar el apetito.
Tu médico será el que mejor pueda valorar lo que te está ocurriendo… pero si aumentas de peso durante tu tratamiento con tramadol… lo más probable es que se deba a un cambio en tu alimentación o hábitos de vida…
Muchas personas relacionan esta hormona con el descanso, pero ¿Qué es esta en realidad? La melatonina es una hormona producida por el cerebro, específicamente por la glándula pineal.
Esta es conocida a nivel mundial como la “Hormona del sueño”, pues su función básica es regular el ciclo de sueño y del ritmo circadiano, logrando un descanso completo y recuperador.
¿Qué es la melatonina? Todo sobre la hormona del sueño
Se debe saber que la melatonina es liberada en los vasos sanguíneos. Esto sucede generalmente durante las horas de la noche o cuando hay oscuridad, es decir que, durante las horas de luz la producción de esta hormona se detiene. Se debe tener en cuenta que la melatonina no es un somnífero, sino un estimulante del sueño. Como la producción de esta se activa con la oscuridad, es importante que las personas con problemas para conciliar el sueño no se expongan a la luz de bombillas y dispositivos electrónicos antes de dormir.
Dicho aminoácido se obtiene a través del consumo de ciertos alimentos. Por eso, si se desea mejorar la calidad del descanso, es esencial aumentar el consumo de alimentos ricos en triptófano.
¿Para qué sirve la melatonina? Propiedades y beneficios En los últimos años, esta hormona ha sido ampliamente utilizada para tratar los trastornos de sueño y otras patologías. Aunque esta es producida naturalmente por el cuerpo, también es posible introducirla en nuestro organismo a través de suplementos. A continuación, podrás conocer algunas de las propiedades de la hormana del sueño.
Incita a dormir. La glándula pineal se activa durante las noches, debido que es estimulada por la oscuridad. Esta eleva el nivel de melatonina en el cuerpo, lo que va produciendo una sensación de relajación y finalmente lleva a la persona a dormir. Pero con la presencia de luz solar la cantidad de melatonina disminuye, lo que causa que la persona vaya despertando. Por eso la melatonina es conocida como la hormona del sueño. Es un aliado contra el envejecimiento. Esta hormona combate los radicales libres, gracias a su efecto antioxidante. Por tanto, sirve para combatir el envejecimiento prematuro. Favorece el crecimiento. Diversos especialistas aseguran que existe una relación entre la melatonina y la producción de somatotropina, la hormona que regula el crecimiento en los niños. Por eso, algunos especialistas la recomiendan para mejorar problemas de crecimiento en los niños. Ayuda a bajar de peso. Se ha descubierto una relación entre esta hormona y el nivel de apetito de las personas, lo que ha permitido que algunos médicos recomienden suplementos dietéticos a base de melatonina para ayudar a regular la sensación de saciedad al comer. Esta hormona tiene la capacidad de disminuir la cantidad de tejido adiposo acumulado en los tejidos. Reduce la migraña. Es una hormona que también tiene un efecto antiinflamatorio. Por eso, diversos especialistas la están administrando a sus pacientes para tratar los dolores de cabeza y migrañas. Cabe destacar que pese a la efectividad que pueda tener esta hormona en el tratamiento de diversas patologías. En algunos casos su eficacia no está científicamente demostrada. Por lo tanto, es importante no automedicarte y consultar antes con un profesional en la materia, especialmente si se le administra a un niño.
Propiedades Fortalece el sistema inmunológico Algunos estudios señalan que tiene efecto antiinflamatorio Posee propiedades antioxidantes Proporciona relajación Beneficios de melatonina para la salud Mejora el funcionamiento del sistema inmunitario. La producción de melatonina en el organismo aumenta las defensas naturales del cuerpo. Esto resulta muy beneficioso para el organismo, pues ayuda a inhibir algunas infecciones. Controla la producción de gonadotropinas. La hormona del sueño, es decir, la melanina, también puede modular la producción de estrógeno y progesterona. Hormonas encargadas de desarrollo y buen funcionamiento del sistema reproductor masculino y femenino. Disminuye la sensación de estrés. Muchas veces, el estrés es ocasionado por un mal descanso. Por eso, las personas que tienen bajos niveles de melatonina son más propensas a tener este padecimiento. Pero cuando se tiene un buen nivel de melatonina en el organismo se descansa mejor y, por lo tanto, la sensación de estrés disminuye.
¿Qué otros beneficios tiene tomar melatonina?
Aunque es considerada como la solución ideal para regular los trastornos de sueño, se debe saber que esta también funciona eficazmente en otro tipo de problemas de salud. A continuación, indicaremos los beneficios más destacados:
Previene el envejecimiento prematuro Ensayos clínicos han revelado que la falta de melatonina causa envejecimiento acelerado. En vista de esto, se han empleado medicamentos con esta hormona para revertir este problema. ISDINCEUTICS AGE es una crema con melatonina que aporta elasticidad a la piel de forma efectiva.
Efecto antioxidante Diversos estudios han demostrado que previene la oxidación de las mitocondrias de las células. También neutraliza los radicales libres. Aportando así, mayor energía al cuerpo. Aporta un efecto antioxidante, ideal para retardar la oxidación de las moléculas de nuestro organismo. También evita la agresión de radicales libres o sustancias químicas muy reactivas, lo que a su vez retrasa el envejecimiento.
Propiedad neuroprotectora Eta hormona ayuda a regular el ciclo de sueño, y por lo tanto, previene la pérdida de memoria, la ansiedad, la inflamación del cerebro y otras patologías relacionadas.
Regula el sistema inmunitario
La falta de sueño produce diversas enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico. Cuando esto sucede las células del cuerpo y los tejidos se dañan. Pero al consumir melatonina el sistema inmunitario se fortalece para luchar contra infecciones y agentes externos.
¿Cómo tomar melatonina? Se puede consumir melatonina sublingual, en comprimidos, jarabes, sprays, crema, suplementos alimenticios, inyectables y cápsulas blandas. La rapidez de acción de esta hormona dependerá del tipo de presentación del medicamento.
Los tratamientos de melatonina inyectables, en comprimidos, jarabes y en cápsulas blandas suelen tener un efecto muy rápido comparado con otras presentaciones. Generalmente los médicos recomiendan consumir medicamentos a base de melatonina 15 o 30 minutos antes de ir a dormir.NS SOÑABEN es un suplemento alimenticio hecho a base de melatonina que ayuda a conciliar el sueño rápidamente.
¿Cómo usar la melatonina? Aporta diversos beneficios al organismo. No obstante, su consumo debe ser supervisado por un médico. De hecho, no es recomendable el consumo excesivo de esta hormona.
Un especialista puede prescribirte dosis de melatonina en diferentes presentaciones, de esta manera podrás consumirla en la forma más cómoda para ti o tu niño. Estas son algunas de las presentaciones en las que puedes consumir esta hormona:
Vía oral. Una manera eficaz y cómoda para elevar el nivel de melatonina en el organismo es consumirla vio oral. Puedes tomarla en cápsulas, cápsulas blandas, tabletas masticables, tabletas sublinguales de rápida disolución, sprays sublinguales, gotas y jarabes. Tópicos. Aunque es más rápida la absorción por vía oral, también puedes optar por usarla como tópico o crema. Esto con la finalidad de reducir el envejecimiento de la piel, disminuir las líneas de expresión y relajar la musculatura. Al consumir dicha hormona (sin importar su presentación), debes aplicarla o tomarla justo antes de acostarte a dormir, debido que durante las horas de descanso la activación de esta hormona es más eficaz. Para mayor efectividad debes evitar exponerte constantemente a luces artificiales como la de los teléfonos y bombillas.
Ventajas y desventajas de la melatonina Consumir melatonina bajo supervisión médica es muy seguro, pues un médico te podrá prescribir las cantidades adecuadas a consumir y el tiempo en el que podrás hacerlo. También evaluará tu estado físico para determinar si posees algún padecimiento que impida el consumo de esta hormona.
Es importante conocer las ventajas y desventajas de la hormona del sueño, de esta manera te sentirás más seguro al consumirla.
Ventajas El efecto hipnótico puede ayudarte a combatir el insomnio de manera eficaz. No causa dependencia en el organismo. Es ideal para el buen descanso de personas ciegas que padezcan desequilibrios del ritmo circadiano. Puedes optar por consumir alimentos ricos en melatonina, como el cacao, chocolate negro, pescado azul, carne magra, brócoli, espárragos, entre otros. Desventajas Solo se activa durante la noche, por lo que no es recomendable, consumir suplementos de esta hormona durante el día. En algunas personas el consumo de melatonina puede causar mareos leves. En este caso es esencial consultar al médico. ¿Qué efectos en el organismo produce la falta de melatonina? La falta de esta hormona suele ser muy perjudicial para el organismo. Esta hormona no solo regula el sueño, sino que además favorece el buen funcionamiento de los procesos biológicos del cuerpo. Estos son algunos de los efectos que produce la falta de melatonina:
Oxidación celular. Pérdida de memoria. Envejecimiento prematuro. Falta de concentración. Estrés. Problemas de sistema inmune. Al llegar a una edad avanzada es más probable sufrir de falta de melatonina y enfermedades relacionadas con la misma. En estos casos resulta útil emplear tratamientos hechos a base de esta hormona. MELATONINA + BITB6 es un tratamiento en spray que ayuda a mejorar el descanso.
¿Cuál es la dosis de melatonina para dormir? Es importante que antes de tomar esta hormona para mejorar los trastornos de sueño, se conozca con certeza la dosis adecuada a consumir.
Se debe tener en cuenta que para consumir un tratamiento de melatonina, es necesario consultar a un médico con antelación. Por lo general, los médicos suelen indicar a sus pacientes adultos de 1 a 2 comprimidos antes de dormir, dependiendo de la gravedad del insomnio.
¿Cuánto tiempo dura el efecto de la melatonina? Al tomar las dosis adecuadas de melatonina su efecto durará durante toda la noche, por esta razón, los pacientes no deben preocuparse de que esta hormona haga dormir más del tiempo debido.
Se debe tener en cuenta que la hormona se reduce con la presencia de luz, por lo tanto, al amanecer disminuye la melatonina llevando al paciente a despertar.DORMAX DULCES SUEÑOS es un tratamiento para el insomnio en comprimidos muy efectivo.
¿Qué efectos secundarios tiene la melatonina en adultos? La hormona del sueño también tiene efectos secundarios desagradables, especialmente cuando es consumida sin administración médica y sin investigación previa. Estos son algunos de los síntomas que se presentan al consumir esta hormona:
Dolor de cabeza Mareos Náuseas Cambios en el estado anímico. Estos efectos secundarios no se presentan en todas las personas. Todo dependerá de la cantidad de la dosis y del estado de salud del paciente. Son prácticamente inexistentes a las dosis administradas por medicamentos o suplementos.
Conclusión La melatonina ha resultado ser la solución más efectiva y sana para mejorar problemas de sueño. También aporta diversos beneficios para la salud inmunológica y para mantener un buen funcionamiento de las células. Aunque algunos medicamentos hechos a base de melatonina se pueden adquirir sin prescripción médica, lo más recomendable es acudir a un médico para que realice una evaluación del estado de salud del paciente, especialmente cuando se desea administrar melatonina para niños.
La pérdida del cabello es un problema que genera numerosas consultas en la oficina de farmacia. Muchos pacientes deben ser derivados al dermatólogo, pero el farmacéutico puede aportar a su tratamiento un importante valor añadido, con su labor de educador sanitario y experto consejero en el uso racional y eficaz de medicamentos y complementos nutricionales.
El cuero cabelludo contiene un promedio de 100.000 cabellos (las personas morenas, 155.000; las rubias, 140.000, y las pelirrojas, 85.000). A diario, el ser humano pierde aproximadamente 100 cabellos del cuero cabelludo. Cada cabello individual tiene una vida media de 4,5 años, durante los cuales crece alrededor de 1,25 cm por mes. En general, el cabello se cae en su quinto año y es reemplazado por uno nuevo en un período de 6 meses.
La pérdida o ausencia de cabello se presenta con más frecuencia en el cuero cabelludo y usualmente se desarrolla de manera gradual, afectando al individuo en su totalidad (difusa) o presentándose en parches.
La alopecia genética es ocasionada por la incapacidad del organismo para producir nuevos cabellos y no por la excesiva pérdida de cabello. Pero este trastorno también puede ser resultado, no sólo de factores genéticos, sino también del envejecimiento, de enfermedades cutáneas locales y de enfermedades sistémicas. Algunos fármacos, como los que se utilizan para el tratamiento del cáncer, también pueden producir la caída del pelo.
La calvicie es una condición mucho más frecuente entre los varones que entre las mujeres. En el varón, la alopecia comienza en la pubertad, normalmente acompañada de pitiriasis y seborrea. El primer cambio es la recesión bitemporal de la implantación del cabello. Cerca del 25% de los varones empiezan a presentar calvicie alrededor de los 30 años de edad y alrededor de las dos terceras partes son calvos o tienen un patrón de calvicie a la edad de 60 años.
En cambio, la alopecia en la mujer es de aparición más tardía, y puede comenzar en el posparto o en la época peri o posmenopáusica. Conserva la línea de implantación frontal y el cabello se enrarece haciéndose fino y menos denso.
Tipos de alopecia
Hay distintos tipos de alopecia que tienen su origen en distintas causas y que se manifiestan de forma diferente en la persona que lo sufre. La alopecia, por tanto, puede clasificarse en varios tipos atendiendo a la causa que la provoca.
Alopecia de distribución masculina o androgénica
La alopecia androgénica tiene una causa genética y afecta al 60% de los varones españoles de alrededor de 50 años. Es el tipo de calvicie más extendida entre la población masculina y su aparición está inducida por los andrógenos que empiezan a ser producidos por el organismo del varón en la pubertad. La dihidrotestosterona (DHT), procedente de la metabolización de la testosterona por medio de la enzima 5-reductasa tipo II, acorta la fase de crecimiento de los folículos pilosos y la reduce hasta el punto de que los nuevos cabellos no alcanzan ni el tamaño ni el grosor que sus predecesores, con lo que se convierten en vello. El número de cabellos disminuye, pero la raíz del pelo permanece viva, por lo que en cualquier momento puede reactivarse. Este tipo de alopecia también se observa en un 20% de los jóvenes varones de entre 18 y 25 años. Aunque todos los varones producen andrógenos, el hecho de que unos desarrollen alopecia androgénica y otros no depende básicamente de condicionantes hereditarios. La pérdida de cabello suele comenzar en el frente, en los lados o en la coronilla de la cabeza. Algunos hombres tienen una calvicie localizada o un retroceso de la línea de crecimiento del cabello, mientras que otros pueden quedar totalmente calvos. La calvicie de distribución masculina es muy rara en las mujeres y los niños porque depende de la presencia de hormonas masculinas (andrógenos). Este tipo de alopecia es familiar.
Alopecia de distribución femenina
La alopecia de distribución femenina es menos frecuente que la masculina. En general, este trastorno se traduce en el aclaramiento del cabello en la frente, en los laterales o en la coronilla. Rara vez implica la pérdida total del cabello.
Alopecia tóxica
La alopecia tóxica puede presentarse con posterioridad a un episodio de fiebre elevada o enfermedad grave. Determinados medicamentos a dosis elevadas (talio, vitamina A y retinoides) pueden derivar en alopecia tóxica. Asimismo, algunos medicamentos indicados para el tratamiento del cáncer pueden ocasionar la caída de cabello. La alopecia también puede ser el resultado de una disfunción de la glándula tiroidea o de la hipófisis, o incluso puede suceder después del embarazo. El pelo puede caerse después de 3-4 meses de padecer la enfermedad u otro trastorno. En general, la pérdida del cabello es temporal y el pelo vuelve a crecer.
Alopecia areata
El origen de la alopecia areata es desconocido, aunque parece estar asociada a enfermedades autoinmunitarias. La alopecia areata suele presentarse en forma de placas en el cuero cabelludo, aunque también puede extenderse a otras zonas del cuerpo. Puede aparecer a cualquier edad y afecta en igual medida a varones y mujeres. Se estima que afecta a una de cada mil personas. En algunos casos, este tipo de alopecia puede progresar hasta la desaparición total del cabello. Los folículos pilosos no quedan destruidos, por lo que el pelo puede volver a crecer, si bien son frecuentes las recidivas en pacientes que la han padecido alguna vez.
Alopecia cicatricial
La alopecia cicatricial es una pérdida de pelo debida, a su vez, a la pérdida de los folículos capilares que se tiene lugar en áreas cicatrizadas. Esto causa la pérdida permanente del cabello. La piel puede cicatrizar por quemaduras, lesiones graves o una terapia con rayos X. Los cánceres de piel y enfermedades como el lupus eritematoso, algunas infecciones bacterianas o micóticas, la sarcoidosis o la tuberculosis también pueden provocar cicatrización de la piel.
Arrancamiento del cabello o tricotilomanía
Es más frecuente en los niños, pero el hábito puede prolongarse durante toda la vida. Esta costumbre puede pasar inadvertida durante mucho tiempo y podría pensarse que la pérdida de pelo se debe a una enfermedad como la alopecia areata.
Alopecia por estrés
Otro factor como el estrés también puede acelerar el proceso de pérdida del cabello en algunos varones, ya que ante una situación de estrés, el organismo puede incrementar la producción de andrógenos. Sin embargo, se cree que la influencia del estrés en la caída del cabello ha sido sobreestimada.
Farmacoterapia
A continuación se efectúa una revisión de los fármacos más eficaces actualmente empleados para el tratamiento de la alopecia: minoxidilo y finasterida.
Minoxidilo
El minoxidilo es un vasodilatador potente de acción selectiva sobre el territorio arterial. Reduce la resistencia vascular periférica provocando una caída de la presión arterial de forma intensa y duradera. Actúa estimulando la apertura de canales de potasio, provocando hiperpolarización de la membrana de las células. En estas condiciones, disminuye la probabilidad de que se abran otros canales iónicos como los canales de sodio, calcio y cloruro, disminuyendo la excitabilidad de la célula frente a un estímulo.
El minoxidilo también estimula el crecimiento capilar en personas con alopecia androgénica. Su mecanismo de acción a este nivel no ha sido totalmente dilucidado pero se acepta que posiblemente incremente el flujo sanguíneo como resultado de la inducción de la vasodilatación. El 35% de la dosis absorbida es eliminado por el riñón en los 4 días posteriores a la aplicación.
La solución de minoxidilo tópica al 5% ha sido ampliamente utilizada para estimular el crecimiento del cabello y detener su caída en varones con alopecia androgénica. Se ha comprobado que la tretinoína incrementa la absorción percutánea de minoxidilo y, por tanto, podría incrementar la respuesta de la alopecia androgénica a este fármaco. En un ensayo clínico comparativo, doble ciego y aleatorizado se comparó la eficacia y seguridad de la terapia con un solución combinada de minoxidilo al 5% y tretinoína al 0,01% una vez al día con la terapia convencional de minoxidilo al 5% dos veces al día en el tratamiento de la alopecia androgénica. Se demostró finalmente que la eficacia y seguridad de ambos tratamientos resultó ser equivalente.
Administración. Se debe aplicar 1 ml de la solución cada 12 h sobre el cuero cabelludo bien seco, empezando por el centro de la zona afectada, realizando masajes y friccionando con suavidad. La dosis no debe exceder los 2 ml/día, independientemente de la superficie tratada.
La duración del tratamiento para este tipo de patología es de 3 meses. Si al cabo de este período no se observan resultados, se debe consultar al profesional médico; de lo contrario, se debe interrumpir la aplicación durante 30 días y luego retomar el tratamiento. En caso de olvido de una aplicación de la solución tópica se recomienda al paciente continuar con la aplicación programada y no aplicarse una dosis doble.
Indicaciones. La soluciones tópicas al 2 y al 5%, respectivamente, se utilizan para el tratamiento de la alopecia masculina frontoparietal y parietooccipital y de la alopecia femenina difusa, ambas de origen androgénico. La misma forma farmacéutica se utiliza para el tratamiento de la alopecia areata y la hipotricosis congénita. Hay estudios que demuestran que al 5% es más eficaz que al 2%, pero induce más prurito e hipertricosis en mujeres.
El tratamiento con minoxidilo produce un engrosamiento del cabello en las zonas afectadas y un retardo en su caída, tanto en la alopecia masculina como en la femenina. Se suele observar un mejor resultado en aquellos pacientes que no presentan una pérdida total del cabello en la zona a ser tratada. El minoxidilo es el único fármaco efectivo para el tratamiento de la alopecia femenina, y no es necesario complementar el tratamiento con la administración de estrógenos. El tratamiento con minoxidilo de la alopecia areata estimula el crecimiento del cabello pero no previene su caída ni influye en el curso de la enfermedad.
Reacciones adversas. El minoxidilo puede producir reacciones de hipersensibilidad, dermatitis de contacto, prurito, ardor e inflamación local. Puede aparecer hipertricosis en la zona de las cejas y en la región malar (estos efectos son más frecuentes en mujeres). Con menor frecuencia puede aparecer disnea, cefalea, vértigo, neuritis, edema y aturdimiento, y muy rara vez, alopecia, foliculitis, dolor torácico, cambios en la presión arterial y en el pulso.
Precauciones, contraindicaciones e interacciones. El minoxidilo puede tener efectos sistémicos (taquicardia, edema y angina de pecho), en cuyo caso deberá suspenderse el tratamiento. Se recomienda control clínico en pacientes con hipertensión. No se recomienda su uso en pacientes con arritmias cardíacas, enfermedad arterial, insuficiencia cardíaca congestiva o valvulopatías y enfermedad hepática o renal.
Está contraindicado en casos de hipersensibilidad al minoxidilo y en caso de alteraciones dermatológicas del cuero cabelludo. No se debe poner en contacto con la piel erosionada, mucosas u ojos ya que, en este caso, aumenta el riesgo de efectos sistémicos; si ocurriera esto, se debe lavar abundantemente con agua fría. No se deben utilizar pelucas durante el tratamiento, ya que se produciría una mayor absorción sistémica. Su uso está contraindicado en niños y adolescentes. No se ha establecido su inocuidad y eficacia en mayores de 65 años. Debe evitarse el uso concomitante de agentes que puedan aumentar la absorción del minoxidilo como corticoides, retinoides o bases oclusivas.
Observaciones. Aunque muchos estudios han mostrado la eficacia de minoxidilo, sólo en el 10% de los varones el cabello ha vuelto a crecer (reanudación del crecimiento) y en el 30%, dejó de caer (estabilización). La administración del preparado de minoxidilo debe limitarse al cuero cabelludo. El crecimiento del cabello tarda al menos 4 meses en producirse y los resultados no son aparentes hasta después de 6-12 meses de utilización ininterrumpida. La suspensión de su aplicación detiene el crecimiento del cabello y en un mes se puede volver a la situación de origen.
Finasterida
Finasterida es un compuesto azasteroideo sintético que se utiliza como agente en la terapia de la hiperplasia benigna prostática y como estimulante del crecimiento capilar. Este fármaco inhibe el enzima 5-alfa reductasa, que convierte la testosterona en DHT, esencial para que se cumplan ciertas acciones androgénicas. En el varón, la 5-alfa reductasa tipo I es predominante en las glándulas sebáceas de la mayoría de las regiones de la piel, incluido el cuero cabelludo, mientras que la 5-alfa reductasa tipo II se encuentra en los folículos del cabello, la próstata, la piel genital y el hígado. No tiene afinidad por los receptores androgénicos. No produce efectos androgénicos ni antiandrogénicos. Tampoco produce efectos estrogénicos, antiestrogénicos y progestágenos.
Tras la administración repetida de finasterida durante un período de al menos 3 meses, comienza a observarse un cambio en el crecimiento capilar y esta estimulación del crecimiento capilar continúa hasta después de un año de haber suspendido el tratamiento.
La finasterida se encuentra disponible en el mercado en forma de comprimidos para administración oral. Las dosis a administrar dependen del paciente a tratar. Para el tratamiento de la alopecia se recomienda una dosis máxima de 1 mg en adultos. No deben administrarse dos tomas en conjunto si se ha olvidado una de ellas.
El tratamiento puede producir dolor abdominal, disminución de la libido, diarrea, impotencia, dolor de cabeza, etc. Debe evitarse el contacto o ingestión en mujeres embarazadas, debido a que provoca cambios en los órganos sexuales en el feto masculino.
Su eficacia se ha demostrado en multitud de ensayos multicéntricos doble ciego, controlados con placebos. En estos estudios se ha demostrado un aumento de pelo en el cuero cabelludo, así como su buena tolerancia. Sólo un 1,4% de los pacientes suspendió el tratamiento por reacciones adversas pasajeras como disfunción eréctil, trastornos de la eyaculación y disminución de la libido, trastornos que también sufrían en menor porcentaje los pacientes tratados con placebo.
Indicaciones. A dosis de 1 mg/día, finasterida está indicada en la alopecia androgénica masculina. Se desaconseja en mujeres en edad fértil y en niños. Puede utilizarse en la posmenopausia.
Contraindicaciones. Finasterida está contraindicada en el embarazo. Puede originar malformaciones en los genitales externos del feto varón. Las embarazadas no deben manipular los comprimidos por una posible absorción percutánea.
Precauciones. Debe efectuarse un estudio de antígeno prostático, ya que puede verse disminuido desde los 18 a los 41 años en pequeña cuantía y en un 50% en las personas de edad avanzada.
Asociación de finasterida y minoxidilo
Se ha demostrado una mayor efectividad en el tratamiento de la alopecia andrógenica combinando el uso de minoxidilo por vía tópica y de finasterida por vía oral. Hay estudios clínicos que demuestran que la combinación de finasterida oral con minoxidilo tópico aumenta significativamente el peso del pelo, en comparación con cada fármaco por separado. En los pacientes que utilizan minoxidilo al 5% aparecen más cabellos que en los que lo utilizan al 2%.
Otros tratamientos
En algunos casos de calvicie en mujeres está indicada la administración de sustancias con acción contraria al exceso de hormonas masculinas circulantes en sangre. En el tratamiento de la alopecia areata puede ser suficiente la aplicación de corticoides locales en pomadas. La aplicación oral sólo se utiliza en casos seleccionados debido a sus efectos secundarios potencialmente graves. En los casos restantes, el tratamiento es el de la enfermedad de base. Por ejemplo, si se constata una deficiencia de hierro, se deberán aportar suplementos; si hay una enfermedad de la tiroides, se hará un tratamiento sustitutivo con hormona tiroidea.
La antralina, en ungüento al 0,5% aplicada diariamente, puede provocar crecimiento de pelo.
En la alopecia androgenética en su variante femenina se utilizan antiandrógenos como el acetato de ciproterona (antagonista de los receptores andrógenos y progestágenos), combinado con etinilestradiol, así como otros antiandrógenos, como la espironolactona y la flutamida, esta última indicada en el tratamiento del síndrome SAHA (seborrea, acné, hirsutismo y alopecia). Puede ayudar el uso de cistina, ácido pantoténico y vitamina A.
Muchas veces la caída del cabello puede deberse a una falta de nutrientes. La hipovitaminosis ha sido considerada una de las causas de la pérdida de cabello, pero el beneficio definitivo acerca de la eficacia de las vitaminas todavía tiene que ser probado. Bastantes formulaciones contienen principios teóricamente capaces de aumentar el metabolismo celular del folículo pilosebáceo. Con ello, no sólo se pretende estimular la síntesis de ADN, sino también reforzar la producción de las estructuras queratínicas del cabello. Con esta finalidad se han utilizado algunas vitaminas, en especial la B6 (piridoxina), el ácido pantoténico (B5) y sus derivados (pantenol), la biotina y la vitamina H, así como los tioaminoácidos (cisteína). Hay otras sustancias, principios biológicos (líquido amniótico, extractos de placenta, de timo, etc.), que podrían desempeñar una función parecida.
Dentro de los numerosos nutrientes que se pueden aportar al cuero cabelludo están incluidos los minerales: hierro, fósforo (indispensable en todos los procesos vitales de las células), yodo, magnesio, etc. También puede ser aconsejable la administración de antioxidantes por vía oral.
Muchos productos para la higiene del cuero cabelludo y el cabello son un complemento esencial para el tratamiento de la alopecia androgéncia. Al generar un ambiente favorable en el cuero cabelludo, mejoran la absorción de los fármacos como minoxidilo. Otro mecanismo de acción propuesto para estas lociones y cremas limpiadoras es que eliminan del cuero cabelludo y el cabello el exceso de grasa que puede obstruir los vasos locales que irrigan el folículo. Sin embargo, todavía no se han probados mediante ensayos clínicos los champúes y acondicionadores cuya eficacia se preconiza.
Opciones de tratamiento
Previamente al tratamiento, es necesario determinar el tipo de alopecia que sufre el paciente. Sin embargo, dicha determinación mediante la simple observación suele resultar difícil; por ello puede requerirse una biopsia para establecer el diagnóstico. Una biopsia ayuda a determinar si los folículos pilosos son normales y si no lo son, puede indicar las posibles causas.
No existe un tratamiento para revertir la alopecia androgénica completamente en los estadios avanzados, pero un tratamiento farmacológico con finasterida, minoxidilo o la combinación de ambos, puede detener su progresión y, en parte, revertirla en la mayoría de los pacientes que padecen este tipo de alopecia cuando es de grado medio a moderado. Otro fármaco de uso antiandrógeno es el acetato de ciproterona. También se ha utilizado la espirolactona, antagonista esteroideo sintético de la aldosterona, en el tratamiento de la pérdida difusa de pelo en mujeres, en dosis 25 mg diarios por vía oral.
Los corticosteroides sistémicos pueden ayudar a personas afectadas de alopecia areata, pero los resultados no son duraderos. La inducción de una reacción alérgica leve o una irritación para producir el crecimiento del pelo es otra de las estrategias para tratar la alopecia areata. Cabe mencionar que esta alopecia suele desaparecer espontáneamente, con nuevo crecimiento completo de pelo; pero algunos casos leves son permanentes y las formas extensas suelen ser definitivas.
La alopecia cicatricial es particularmente difícil de tratar. En la medida de lo posible, se trata la causa de la cicatrización, pero cuando una zona de piel ha cicatrizado por completo, el crecimiento de pelo es improbable.
ESTRATEGIAS EN FASE DE ESTUDIO
Hoy día, el tratamiento de la alopecia incluye tanto terapia farmacológica como transplante de cabello. Algunos fármacos promueven el crecimiento de pelo, al menos temporalmente, pero el tratamiento es efectivo solamente en la alopecia moderada. Además, los efectos secundarios de una medicación a largo plazo no se pueden evitar. El transplante de pelo implica la siembra en un área calva de pequeñas piezas de pelo de cuero cabelludo de zonas donantes del propio paciente. Este método no implica el incremento de pelos existentes, sino su redistribución. La operación es compleja y dolorosa para el paciente.
Sin embargo, el descubrimiento de las células madre de los folículos pilosos ha supuesto una esperanza para los individuos con problemas de alopecia, debido a que poseen capacidad de generar nuevo pelo cuando interactúan con las células de la papila dérmica mesenquimal. Además, las células madre de los folículos pilosos y las células de la papila dérmica mesenquimal tienen una gran capacidad proliferativa, y las células del propio paciente pueden ser expandidas considerablemente in vitro. Así, la microencapsulación de los dos tipos de células en geles de alginato podría permitir su implantación en el cuero cabelludo calvo de pacientes, ya que estos geles son eficaces en el transplante de células. Esta estrategia podría suponer una alternativa más conveniente y válida para el tratamiento de la alopecia.
La varicela es una infección causada por el virus varicela zóster (VVZ). Aunque no suele revestir gravedad en los niños, es una enfermedad muy contagiosa y, en algunos grupos de personas, como adolescentes y adultos, puede llegar a tener consecuencias graves.
Se trata de una infección habitual en la infancia y se caracteriza por la aparición en la piel de granos rosas(pápulas) que rápidamente se van transformando en pequeñas ampollas llenas de líquido (vesículas) y que producen un intenso picor. A los cuatro o cinco días, aproximadamente, las ampollas se secan y se convierten en costras. Durante unos días, las lesiones aparecen por oleadas en sucesivos brotes, por lo que un mismo paciente puede presentar a la vez lesiones en distintas fases: pápulas, vesículas y costras. Este patrón de aparición se conoce como “cielo estrellado” y es característico de esta enfermedad.
La varicela suele prolongarse de una a dos semanas y también puede causar fiebre y malestar. Antes de que estuviera disponible la vacuna, casi todas las personas la contraían durante su infancia.
¿A quién afecta?
La varicela es una enfermedad presente en todo el mundo, cuya incidencia suele estar relacionada con la tasa de nacimientos en cada país, ya que –y sobre todo en climas templados-, es una enfermedad prototípica de la niñez: de acuerdo a datos del departamento de Salud de Nueva York, el 90% de los casos ocurre en personas menores de diez años.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEPED), su incidencia mundial se estima en 60 millones de casos al año, de los que 57 millones corresponderían a niños y 3 millones, a adultos. Como en el resto del mundo, en España, la varicela afecta también principalmente a niños, pero se debe ser especialmente cauteloso si afecta a un adolescente mayor de 15 años o a un adulto.
¿Cómo y cuándo se contagia?
Como hemos dicho, la varicela es muy contagiosa. Las personas que la padecen transmiten con facilidad el virus varicela zóster a las no vacunadas o que nunca antes han padecido la enfermedad. De hecho, según la AEPD, tras un contacto intrafamiliar con una persona infectada, el 96% de los sujetos susceptibles desarrollan la enfermedad en un mes.
El contagio puede suceder desde uno hasta tres días antes del brote del sarpullido y hasta que se hayan formado las costras (que suele ser entre cinco y siete días más tarde). Esto dificulta la detección precoz del contagio, ya que una persona puede contagiar a otras sin haber manifestado aún la erupción característica. Posteriormente, pueden transcurrir de diez a veintiún días hasta que la persona infectada desarrolle síntomas.
La transmisión puede tener lugar de diversas maneras:
Contacto directo con las pequeñas ampollas que contienen el virus: estas pueden ser producto de la varicela o del herpes zóster (otra forma de manifestarse del mismo virus, y conocida popularmente como “culebrilla”). El poder de contagio de este es menor que el de la varicela clásica, pero aun así debe extremarse el cuidado.
Por medio de las secreciones respiratorias: cuando alguien sano inhala las minúsculas gotitas que llegan al aire al respirar o hablar una persona con varicela.
Transmisión de la madre al feto: cuando la mujer padece varicela durante el primer o segundo trimestre del embarazo, hay un riesgo de padecer la llamada varicela congénita, que puede dar lugar a malformaciones y cicatrices en las extremidades del feto, ceguera y alteraciones del sistema nervioso central y que puede resultar mortal para el feto hasta en el 30% de los casos. Cuando la enfermedad materna se contrae en los días previos y/o inmediatamente posteriores al parto, también puede afectar al recién nacido, que podría padecer varicela postnatal. Ambas son situaciones graves, que requieren medidas específicas y especializadas.
Normalmente, quienes han sufrido varicela quedan inmunizados contra ella, si bien, en raras excepciones, algunas personas la llegan a contraer de nuevo, por pérdida de dicha inmunidad.
¿Cuáles son los síntomas de la varicela?
La intensidad de los síntomas varía de un enfermo a otro, aunque habitualmente es una enfermedad leve. Por lo general, el periodo de incubación de la varicela dura de una a tres semanas. Los síntomas típicos son:
Sarpullido: que aparece primero en la cara, el pecho y la espalda. Estas lesiones no se llegan a juntar unas con otras como en otras enfermedades típicas de la infancia, como el sarampión, aunque ocasionalmente pueden confluir en forma de racimos. No suele afectar por lo general a manos y pies.
Casi inmediatamente, los granitos se convierten en pequeñas vesículas (ampollas) rellenas de líquido, hasta forma una erupción, que se extiende por el resto del cuerpo, incluidos el cuero cabelludo, el interior de la boca, las orejas, los párpados y el área genital.
La erupción suele producir una comezón muy intensa, lo cual provoca que el paciente (habitualmente un niño) se rasque. Sin embargo, es importante que no lo haga para evitar que queden cicatrices.
A las veinticuatro horas, las vesículas se suelen romper y después se acaban secando y transformando en costras. No obstante, pueden seguir formándose nuevas ampollas hasta el séptimo día. Al cabo de una semana, todas deberían estar cubiertas de costras y ya en proceso de cicatrización. Estas costras no suelen caerse por completo hasta una o dos semanas después.
Otros síntomas habituales son: fiebre, que puede ser moderada, elevada o no aparecer; fatiga, malestar general, ausencia de apetito y dolor abdominal o de cabeza. Estos síntomas pueden preceder en uno o dos días a la aparición de las lesiones en la piel.
En el caso de los niños que ya han sido vacunados, la enfermedad puede presentarse de forma leve o ser asintomática. De hecho, en ocasiones, la varicela no presenta síntomas en algunos niños.
¿Qué complicaciones puede tener?
Aunque no son muy frecuentes, la varicela puede presentar complicaciones. En este sentido, existen varios colectivos que corren mayor riesgo:
Niños menores de un año y los mayores de 15.
Personas con el sistema inmunológico debilitado (pacientes de cáncer, VIH o que hayan sufrido un trasplante).
Recién nacidos (bebés menores de un mes) cuyas madres no están inmunizadas y han tenido la infección entre los 5 días previos al parto y las 48 horas posteriores. Estos bebés pueden padecer una variante más severa y prolongada de la enfermedad, que puede llegar a ser mortal.
Embarazadas: no solo por la potencial afectación del feto, sino porque conlleva un mayor riesgo de complicaciones para la madre, por ejemplo, mayor riesgo de neumonía.
Respecto a las complicaciones, podemos hablar de:
Sobreinfección de las ampollas en la piel: debido a la acción de determinadas bacterias. Esta infección se manifiesta con un aumento de la fiebre o por el enrojecimiento o aparición de dolor alrededor de las lesiones, y es la principal causa de hospitalización o atención ambulatoria en casos de varicela. También puede acabar produciendo cicatrices.
Otras posibles complicaciones menos frecuentes no relacionadas con la piel son la neumonía, la encefalitis (inflamación del cerebro) y la ataxia cerebelosa.
Raramente, pueden desarrollarse también meningitis, miocarditis (afectación del músculo cardíaco) y hepatitis, entre otras dolencias en diferentes órganos y sistemas corporales.
Otra complicación poco común es el síndrome de Reye, una enfermedad que puede afectar seriamente al cerebro y el hígado y también ser mortal.
Tras sufrir la enfermedad, el virus varicela zóster (VVZ) permanece latente en el organismo y en algunos casos –generalmente después de los 60 años- puede reactivarse y producir el herpes zóster. Se trata de una erupción dolorosa en la piel, que suele curarse por sí sola.
De padecerse en el embarazo, especialmente en el primer trimestre, puede originar malformaciones graves e incluso la pérdida del feto.
¿Cómo se trata la varicela?
Normalmente, el paciente se recupera sin complicaciones. El tratamiento es sintomático o, lo que es lo mismo, enfocado al alivio de los síntomas:
Para mitigar el picor y evitar el rascado, puede recurrirse a los antihistamínicos sedantes, siempre bajo consejo médico.
La fiebre puede tratarse con antitérmicos como el paracetamol, pero debe evitarse el consumo de aspirina e ibuprofeno.
El uso de antivirales solo está recomendado en el caso de complicaciones o en enfermos de mayor riesgo. Para que sea efectivo, su administración debe iniciarse dentro de las primeras veinticuatro horas tras el comienzo de la erupción. Normalmente, no se prescriben a niños que no padezcan otra enfermedad.
En el caso de sobreinfección bacteriana de las lesiones, puede ser necesaria la administración de antibióticos.
¿Puede prevenirse la varicela?
La mejor forma de prevenir la varicela es mediante la vacunación. La mayoría de las personas vacunadas no desarrollan la enfermedad o, en el caso de hacerlo, los síntomas son muy leves. En los niños, desde el año 2016, está incluida en el calendario vacunal. Si perteneces a un grupo de riesgo y/o crees no haber pasado la enfermedad, consulta con tu médico acerca de la conveniencia de vacunarte.
Diez recomendaciones para aliviar los síntomas de la varicela
Las siguientes precauciones te ayudarán a evitar o, al menos, hacer un poco más llevadera la enfermedad a ti o a tu hijo, así como a evitar su contagio:
1. Vacuna a tu hijo y vacúnate tú. Pregunta a tu pediatra en función de la edad y circunstancias particulares del menor y también consulta cómo vacunarte tú si no lo hiciste en tu infancia. Es la única manera de reducir el riesgo de contraer varicela, una enfermedad muy común en los niños, pero que puede originar complicaciones graves de aparecer en la edad adulta, especialmente en algunos grupos de población específicos.
2. Recurre a los baños diarios con agua tibia y poco jabón. Mantener una higiene adecuada es clave para mantener las infecciones a raya. Después, realiza un buen aclarado y seca sin frotar, para no empeorar las lesiones. Por último, aplica un buen humectante y calmante sobre la piel.
3. Intenta evitar el rascado. Puedes refrescar la piel del paciente (sea niño o adulto) con compresas frías y húmedas aplicadas en las zonas que más piquen. Los baños en agua de avena coloidal o aplicar loción de calamina también pueden ser muy útiles.
4. No apliques pomadas o talco. Estos productos no alivian ni ayudan a la evolución de las lesiones en la piel. Además, si existe fiebre, no recurras a la aspirina y sé cuidadoso con el ibuprofeno, especialmente si aparecen lesiones cutáneas asociadas a la fiebre.
5. Mantén sus uñas cortas y limpias. De esta manera, evitarás que se dañe la piel cuando se rasque y prevendrás posibles infecciones.
6. Procura mantener el ambiente fresco. El calor, la humedad y el sudor pueden volver más intenso el picor que provocan los granos y vesículas.
7. Utiliza ropa de cama fresca, suave y holgada. Permitirá a la piel mantenerse aireada, y reducirá la transpiración. Evita la ropa áspera, sobre todo de lana.
8. Evita la exposición al sol. Hasta que las lesiones hayan desaparecido por completo. El sol favorece la aparición de manchas oscuras durante el proceso de cicatrización.
9. Mejor comer ligero y beber muchos líquidos. Ante la pérdida de apetito en estos días, ofrécele al niño comidas no muy pesadas y haz que beba líquidos, con más razón si tiene fiebre.
10. Toma precauciones para evitar contagiar a otros. Si tu hijo está enfermo, evita que tenga contacto con recién nacidos, mujeres embarazadas, personas cuyo sistema inmunitario esté debilitado o que no se hayan vacunado contra la varicela. No lo mandes a la escuela infantil o colegio (o vuelvas tú al trabajo, en caso de que seas tú el enfermo, no así si has estado cuidándole pero no te has contagiado) hasta que todas las ampollas hayan formado costra o se hayan secado –normalmente, una semana después del inicio de la enfermedad-.
Si estás pasando por una mala racha emocional, es posible que las molestias del ojo seco se agraven. Sigue leyendo y descubre qué relación pueden tener los ojos secos con trastornos como la ansiedad y el estrés, y qué puedes hacer para aliviarlo.
¿Has oído eso de que los ojos son el espejo del alma? ¡Pues no es sólo una bonita metáfora! Las molestias en tu vista pueden reflejar problemas cuyo origen esté en tu mente. Por eso, aunque las causas del ojo seco suelen estar relacionadas con multitud de factores fisiológicos y del entorno, las situaciones de estrés o ansiedad pueden agravar sus síntomas.
Los ojos y las emociones: ansiedad y estrés
Los ojos secos y la ansiedad pueden estar relacionados. La ansiedad es una respuesta natural ante determinadas situaciones, pero cuando se presenta en momentos inadecuados o es demasiado intensa y duradera, pasa a ser un trastorno que puede llegar a tener efectos en otros ámbitos de la salud, como la ocular.
Durante cuadros de ansiedad prolongados, muchos pacientes muestran síntomas del ojo seco. Además, la medicación utilizada para tratar este problema puede producir sequedad ocular como efecto secundario.
Las situaciones de estrés prolongadas también afectan a la salud de nuestros ojos. De hecho, según el Centro Oftalmológico Barraquer, el estrés negativo durante la pandemia ha hecho que aumenten las patologías oculares en un 15%.
El estrés asociado al trabajo suele hacer que pasemos demasiadas horas frente a pantallas, y que no tomemos los suficientes descansos para que los ojos regeneren la película lagrimal. Esto causa inflamación y sequedad en la zona ocular, que se manifiesta a través de los síntomas del ojo seco: picor, escozor, ojos rojos, sensación de cuerpo extraño…
¿Qué hacer si tienes ojo seco relacionado con el estrés o la ansiedad?
Los problemas en los ojos y las emociones pueden estar muy unidos. Pero aunque las causas de tu ojo seco sean emocionales, se debe tratar cada problema por separado. Si sufres de ojos secos y tienes ansiedad o estrés, lo mejor es consultar a un profesional que te ayude a adquirir las herramientas necesarias para cuidar tu salud mental.
Además, es importante que tomes consciencia de la necesidad de cuidar tu estilo de vida para cuidar tu salud. Llevar hábitos de vida sanos, descansar, seguir una dieta equilibrada o tomarte tiempo para desconectar del trabajo, son algunos de los consejos que te ayudarán a reducir los problemas emocionales y, como consecuencia, a mejorar tu salud ocular.
Muchas veces, las molestias derivadas de la sequedad ocular potencian el sentimiento de estrés o la ansiedad, lo que crea una especie de círculo vicioso que agrava los síntomas del ojo seco. Cuidar tus ojos y librarte de esas molestias te puede ayudar a salir de ese bucle. Para ello es muy importante que mantengas tus ojos bien limpios e hidratados. Puedes utilizar gotas para los ojos secos con alta concentración de ácido hialurónico y sin conservantes, que te ayudarán a restaurar la película lagrimal.
Para evitar el estrés visual provocado por una excesiva exposición a pantallas, puedes echarle un vistazo a estos consejos sobre sequedad ocular y pantallas.
No dudes en consultar a tu oftalmólogo ante cualquier problema en tus ojos, pues será quien mejor puede diagnosticarte y ayudarte a mejorar tu bienestar ocular.
Con la llegada del verano se abre el debate sobre los mitos y las falsas creencias en torno a los protectores solares, lo que provoca cierto grado de desconcierto al no saber si estamos utilizando bien los fotoprotectores. ElDoctor Gabriel Serrano,dermatólogo y presidente de Laboratorios Sesderma,da las claves para conocer qué hay detrás de los famosos mitos y la correcta protección frente al sol:
¿Utilizando crema solar no nos ponemos morenos?
Existe el mito que dice que si utilizamos protector solar no nos broncearemos igual que si no utilizáramos. Ponernos morenos significa que nuestra piel se está protegiendo ante las agresiones producidas por las radiaciones solares produciendo melanina. Es cierto que utilizando protección solar nos quemamos con menor facilidad porque estamos protegidos y nuestra piel no sufrirá. El bronceado utilizando protector solar será más paulatino y, definitivamente, mucho más saludable.
¿Cuántas veces hay que aplicarse la crema?
Otro de los mitos es que con una sola aplicación de protector solar es suficiente para el día entero, pero la realidad es que esto no es así. Tenemos que tener en cuenta que tanto el agua como el sudor van a hacer que perdamos efectos, y además el protector solar se irá absorbiendo por la piel, por lo que es necesario reaplicar. En general se recomienda reaplicar el protector solar cada 2 horas. En caso de habernos bañado, una vez nos hayamos secado, se debe volver a aplicar el protector solar, ya que por el agua, la arena o el contacto con la toalla se ha perdido parte de la protección.
¿Es la ropa una ayuda para evitar la radiación solar?
Además de los fotoprotectores, la ropa es una excelente medida para la correcta protección frente al sol, porque cubre la piel. El uso de sombreros, gorras y gafas de sol con filtros solares ayudan a evitar el contacto directo de nuestra piel con el sol.
¿Qué significan los números de los protectores solares?
Los números 15, 20, 30, 50 indican el SPF (Factor de Protección Solar), es decir, el nivel de fotoprotección de un cosmético. Este es el índice numérico que nos indica el tiempo que podremos permanecer expuestos al sol sin riesgo de quemaduras (efectividad para bloquear la radiación UVB). Por ejemplo, en el caso de una piel clara con una resistencia natural al sol de 10 minutos, si aplicamos REPASKIN SPF 30, significa que la piel va a estar protegida del sol 300 minutos, pues los 10 minutos se multiplican por el índice 30 en este caso (10 x 30 = 300 minutos).
¿Cuándo aplicar la crema solar para no quemarnos?
Para llevar a cabo una correcta protección frente al sol, aplicaremos la protección solar, al menos 30 minutos antes de salir de casa, tiempo aproximado para que los filtros hagan su efecto.
¿Cuánta cantidad hay que ponerse?
En este sentido no hay que escatimar. Igual que es importante aplicarse la crema solar con tiempo suficiente, cada aplicación debe ser generosa, prestando especial cuidado a las zonas más sensibles. Y cada vez que haya que repetir el proceso, no vale con una fina capa, deberá ser la misma cantidad que la que nos pusimos la primera vez.
¿La mascarilla protege frente al sol?
La mascarilla en ningún caso nos va a proteger de los rayos solares y es por eso que debemos seguir utilizando protección en todas las partes del cuerpo. Aunque vayamos a tener esa zona cubierta, se deben seguir las mismas recomendaciones que en el resto del cuerpo: aplicar protector solar facial como REPASKIN Fluido Invisible SPF 50 siempre antes de salir de casa, renovar su aplicación cada vez que nos la quitemos ya que la mascarilla se puede llevar parte de la crema solar, así como evitar la exposición solar en las horas centrales del día.
¿Cómo se deben conservar las cremas solares?
Muchas veces no le prestamos atención a la conservación de las cremas durante el verano, y se guardan sin cuidado en los neceseres y bolsos. Es importante que cuando termine la jornada de sol, la crema solar quede bien tapada, evitando que la zona del tapón se llene de arena, agua y demás. En ocasiones se deberá limpiar esa zona para que cierren bien y no entren agentes externos que puedan contaminar y deteriorar el producto. Además, no conviene guardarlas en ambientes con temperaturas extremas, por lo que hay que evitar dejarlos a pleno sol para que no se deterioren.
¿Se puede utilizar la crema del año pasado?
Los protectores solares tienen una vida útil de nueve meses, por lo que no se debe utilizar las cremas que nos sobraron del verano pasado. Utilizar cremas caducadas puede generar una reacción en la piel, no nos protegen frente al sol que es el principal motivo de su uso, y hará que aumenten las probabilidades de que nos quememos.
¿Cuánto tiempo se puede estar tomando el sol?
Ante todo hay que tener mucha precaución y respeto a la hora de tomar el sol para evitar enfermedades de la piel. Como solemos recomendar los dermatólogos, hay que evitar las horas centrales del día, llevar siempre protección, y no exponerse más de una o dos horas al día. Además, debemos estar atentos los días nublados, en los que también nos podemos quedar y hay que tener en cuenta el factor de protección.
«Dormidina es un medicamento sin receta que se utiliza para situaciones ocasionales de insomnio en adultos (no se debe administrar a menores de edad). Se presenta en dos formatos: uno de 25 mg (caja azul) y otro de 12,5 mg (caja rosa), en referencia a la cantidad de Doxilamina que lleva. Cada caja tiene 14 comprimidos, bastante pequeños, son fáciles de tragar; y se encuentra en cualquier farmacia.»
Os pongo en antecedentes en lo que a mi falta de sueño se refiere. Lo que me suele ocurrir no es tanto que tarde en dormirme, sino que me despierto en medio de la noche y ya no vuelvo a quedarme dormida. Es desesperante ver como pasan y pasan las horas y seguir despierta, y ver como esto ocurre noche tras noche. No me ocurre siempre, pero si de vez en cuando y desde que tengo uso de razón. Antes me ponía nerviosa, lo que era peor… Ahora me resigno y me pongo a contar ovejas.
Como os podréis imaginar he probado de todo: valerinas, infusiones y hierbas de todo tipo (prácticamente ninguna me hace efecto), a hacer deporte, el yoga, el reiki (este no me ha ido mal del todo…), la melatonina, no leer en la cama, no usar pantallas antes de ir a dormir, dejar la cafeína… También pastillas con receta médica. Estas si funcionan, son estupendas, se descansa muy bien, son fáciles… pero crean dependencia.
En fin, al margen de estas últimas, las cuales me encantaría tener siempre en casa para momentos desesperados (algo que debería hablar con mi médico por cierto), me faltaba por probar Dormidina.
Empecé probado la azul, la fuerte (que yo me conozco y el insomnio que yo tengo es puñetero). Una hora y pico antes de ir a dormir, después de cenar, me la tomo, y ya en el sofá voy notando que me hace efecto. Así que sí, me duermo bien, tranquilamente, si me despierto vuelvo a quedarme dormida… Hasta aquí todo bien. Solo que quizás sea algo fuerte para mi y decido probar con las de la caja rosita que son la mitad de potentes.
Tras aguantar un par de cajas de la azul compré la rosa. En este caso el efecto al día siguiente es casi inexistente, no hay sensación de torpeza, pero el efecto durante la noche no es tan bueno: a veces creo que necesito las azules…
No tomo Dormidina todas las noches, ni debe hacerse: la utilizo cuando llevo muchos días sin dormir en condiciones, y mi cuerpo y sobre todo mi mente empiezan a necesitarlo; y a veces cuando duermo fuera de casa.
No quiero incitar a nadie a tomar Dormidina, creo que está bien de manera ocasional y siempre que uses las adecuadas para ti. Y si su uso se alarga en el tiempo lo que hay que hacer es consultar a un médico para poner remedio adecuado a cada persona o cada situación. Y por supuesto antes de tomarla asegurarse de leer bien el prospecto, en el que viene toda la información, como usarlo, contraindicaciones…
Espero que mi experiencia os de una idea de lo qué es, y cómo se usa y sus beneficios.
Las vitaminas son nutrientes que nuestro organismo no puede fabricar por sí mismo, pero que son esenciales para su buen funcionamiento.
Existen 13 vitaminas que se dividen en dos grupos:
Vitaminas liposolubles: Estas vitaminas se almacenan en el tejido graso de nuestro organismo y también en el hígado. Su consumo en exceso puede ser perjudicial, precisamente porque las almacenamos. Las cuatro vitaminas liposolubles son A, D, E y K.
Vitaminas hidrosolubles: Estas vitaminas se disuelven en el agua y el organismo no puede almacenarlas, por lo que su aporte diario a través de la alimentación es indispensable. Las vitaminas hidrosolubles son C, B1, B2, B3, B5 , B6 (piridoxina), B9, B12 y H .
FUNCIONES DE LA VITAMINA A (RETINOL): ayuda a la formación y mantenimieno de dientes, tejidos óseos y blandos, cabellos, membranas mucosas y piel. También interviene en la conservación de la visión nocturna y ayuda a la liberación de energía de los nutrientes. Además, estimula la producción de hormonas. El retinol se produce en el organismo a base del BETACAROTENO presente en las verduras y frutas de color rojo, naranja o amarillo así como en los vegetales de hoja verde oscuro.
FUNCIONES DE LA VITAMINA B1 (TIAMINA): controla las enzimas que intervienen en la estimulación de las reacciones químicas que convierten la glucosa (azúcar) en energía y fomentan la producción de la energía necesaria para el funcionamiento de los nervios, músculos y corazón. La vitamina B1 puede encontrarse en los cereales integrales y sus derivados (pan integral, pasta integral, etc.) y en el salvado.
FUNCIONES DE LA VITAMINA B2 (RIBOFLAVINA): junto con otras vitaminas del complejo B, la vitamina B2 promueve el crecimiento salusable y la reparación de los tejidos. También ayuda a liberar la energía de los carbohidratos ingeridos. La vitamina B2 se encuentra en muchos alimentos como el queso, verduras de hoja verde, levadura de cerveza, germen de trigo y cereales integrales. Como la vitamina B2 se destruye con la luz, los alimentos que la contienen se deben almacenar en un sitio oscuro o en envases opacos.
FUNCIONES DE LA VITAMINA B3 (NIACINA): ayuda a liberar energía a partir de las grasas y carbohidratos, colabora en las funciones del sistema nervioso y del digestivo, favorece la producción de las hormonas sexuales y ayuda a conservar la piel sana. En cuanto a fuentes vegetales de esta vitamina, fundamentalmente está presente en las alubias secas.
UNCIONES DE LA VITAMINA B5 (ÁCIDO PANTOTÉNICO): contribuye a la asimilación de carbohidratos, proteínas y grasas y es una gran aliada contra el estrés ya que la vitamina B5 sintetiza hormonas antriestrés a partir del colesterol, lo cual también ayuda a la reducción de éste. Entre las fuentes de vitamina B5 están los huevos, levadura, brócoli, tomate, patatas, setas y legumbres.
FUNCIONES DE LA VITAMINA B6 (PIRIDOXINA): colabora en la producción de energía a partir de los nutrientes, interviene en la formación de los glóbulos rojos y anticuerpos y contribuye a reforzar el sistema nervioso y el digestivo. La vitamina B6 se encuentra en las legumbres, nueces, huevos, cereales integrales y sus derivados, patatas, plátanos y muchas otras verduras y frutas.
FUNCIONES DE LA VITAMINA B9 (ÁCIDO FÓLICO): fomenta la producción del material genético en el interior de las células, necesario para el crecimiento y la formación de tejidos y glóbulos rojos en la médula ósea roja. Además, contribuye a mantener sano el sistema nervioso. Entre las fuentes vegetales de ácido fólico están las legumbres, cítricos, granos de cerales enteros, setas, nueces, guisantes y verduras de hoja verde.
FUNCIONES DE LA VITAMINA B12 (COBALAMINA): contribuye a la producción del material genético en el interior de las células y ayuda a mantener en buen estado el sistema nervioso. Es muy importante para el metabolismo. La vitamina B12 sólo se encuentra en alimentos de origen animal, como los huevos y lácteos.
FUNCIONES DE LA VITAMINA C (ÁCIDO ASCÓRBICO): conserva las encías, huesos, dientes y vasos sanguíneos en buen estado. Mejora la absorción del hierrro y contribuye a reforzar el sistema inmunitario. Podemos encontrarla en frutas y verduras, especialmente en los cítricos, fresas, fresones, pimientos verdes y patatas. Sin embargo, estos alimentos pierden gran parte de su vitamina C cuando se cocinan.
FUNCIONES DE LA VITAMINA D (CALCIFEROL): ayuda a la absorción del calcio de los alimentos y controla el nivel de calcio en sangre para obtener una buena coagulación. La mayor fuente de vitamina D es la luz solar y se absorbe gracias a un proceso químico que tiene lugar en nuestra piel. También se encuentra en los huevos y margarina vegetal.
FUNCIONES DE LA VITAMINA E (α-TOCOFEROL): interviene en la formación de los glóbulos rojos, protege los tejidos celulares de los pulmones y otros órganos y retrasa el envejecimiento celular. Podemos encontrar vitamina E en el maíz, nueces, aceitunas, vegetales de hoja verde, aceites vegetales, germen de trigo y alubias secas.
FUNCIONES DE LA VITAMINA H (BIOTINA): también conocida como vitamina B7, pertenece al complejo de vitaminas del grupo B. Al igual que el ácido pantoténico (vitamina B5) con el cual trabaja conjuntamente, es una coenzima responsable de numerosos procesos en el organismo como el metabolismo de las proteínas, grasas e hidratos de carbono. Además, contribuye al buen estado de la salud del cabello, uñas y piel. La vitamina H se encuentra en el aguacate, avena, ajo, sésamo y lentejas, pero también es sintetizada por las bacterias intestinales, por lo que no es frecuente su carencia.
FUNCIONES DE LA VITAMINA K (FITOMENADIONA): juega un papel importante en la coagulación de la sangre, razón por la que se la conoce también como la vitamina antihemorrágica. La vitamina K está presente en el repollo, coliflor, espinaca, cereales y soja.
La información contenida en esta web tiene un carácter informativo, divulgativo y/o comercial. Consulte siempre con su especialista. Es importante seguir una dieta variada y un estilo de vida saludable.